El Consejo de Ministros ha aprobado este martes el fin de las 'golden visa', los visados de residencia que ahora se otorgan a los extranjeros que invierten en vivienda en España. La medida, que ya anunció ayer el presidente del Gobierno, tiene su justificación en el fuerte aumento de las compras de vivienda con este fin durante los últimos, en un momento especialmente complicado para el acceso al mercado inmobiliario por parte de la población.

"Vamos a eliminar este tipo de especulación con lo que para nosotros es un derecho, que es el acceso a la vivienda", ha asegurado la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo. Según los datos que ha compartido, el Gobierno empezó a barajar la posibilidad de eliminar estos visados en 2022, cuando se duplicó el número de visas concedidas ligadas a la compra de vivienda.

Si bien en 2017, 2018 y 2019 se concedieron siempre menos de 1.000 de estas visas al año, así como en el año de la pandemia, en 2021 rozaron esta barrera y en 2022 superaron las 2.000. Y el ejercicio pasado ya superaron las 3.000 en el conjunto del país. "Es a partir del año 2022 cuando se encienden las alarmas", ha remarcado Rodríguez, insistiendo en la voluntad del Gobierno de que los extranjeros inviertan en el país, siempre y cuando sea "garantizando los derechos" de los ciudadanos, y en concreto "el acceso a la vivienda en condiciones de dignidad y asequible".

La ley hasta ahora permitía acceder a visados de residencia si se compraba una vivienda de al menos 500.000 euros, y este visado duraba cinco años, sin requisitos de permanencia en el país. En total, el Ejecutivo ha concedido a lo largo de la última década 14.000 'golden visa', sobre todo a ciudadanos, por este orden, de China, Rusia, Reino Unido, Ucrania, Irán, Venezuela y México. El 90% de las viviendas compradas por estos nuevos residentes se encontraban en las provincias de Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, Baleares y Valencia, todo según los datos comunicados por la ministra del ramo.

Además, el Gobierno se apoya en que la compra de vivienda por parte de extranjeros ha supuesto en el último año el 7,1% del total en Marbella, un 5,3% en Barcelona, y un 10% en municipios de Baleares. "En estos mercados supone un porcentaje muy significativo de los movimientos inmobiliarios por compra de los últimos años. Este tipo de inversiones tensionan el mercado, incrementan el precio de la vivienda", ha argumentado Rodríguez.