El martes saltó la noticia de que BBVA quería fusionarse con Banco Sabadell cuatro años después del primer intento. Este miércoles se conocen nuevos detalles. Concretamente, BBVA propone a la entidad catalana una fusión por absorción con el canje de una acción nueva emisión de BBVA por 4,83 de Sabadell. Por otra parte, aunque la denominación social y la marca serían las de BBVA, se mantendría la utilización conjunta de ambas marcas en aquellas regiones o negocios en las que pueda tener un interés comercial relevante.

BBVA ha hecho pública la información que mandó al Consejo de Administración de Banco Sabadell para comunicar su intención de negociar la fusión. En la carta se detalla que BBVA atendería el canje de las acciones de Banco Sabadell mediante emisión de nuevas acciones ordinarias cuya suscripción estará reservada a los titulares de acciones de Banco Sabadell y sobre las que se solicitaría su admisión a cotización en el Mercado Continuo español y en los restantes mercados en los que cotizan sus acciones.

Según explica BBVA, este canje (1 nueva por 4,83 antiguas) supone una prima del 30% sobre el cierre del pasado 29 de abril y del 17% sobre el cierre del pasado martes (30 de abril), cuando las acciones de Sabadell cerraron en 1,79 euros tras subir más de un 3%.

Sobre las cotizaciones medias ponderadas del último mes, la prima sería del 42% y del 50% sobre las cotizaciones medias ponderadas de los últimos tres meses, tal y como ha señalado el BBVA. Tras la fusión, los accionistas de Banco Sabadell tendrían un 16% de participación de la entidad resultante.

En cuanto a los órganos sociales de la entidad fusionada, BBVA propone la incorporación al Consejo de Administración, como consejeros no ejecutivos, de 3 miembros del actual Consejo de Administración de Banco Sabadell, seleccionados de mutuo acuerdo, con uno de ellos ocupando una vicepresidencia.

La entidad resultante de la fusión tendría una de sus sedes operativas del Grupo en Cataluña, que se establecería en el centro corporativo de Banco Sabadell en Sant Cugat.

"La fusión propuesta supondría asimismo una clara generación de valor para los accionistas de BBVA", aseguran desde el banco. Según las estimaciones la propia entidad, esta transacción es positiva en beneficio por acción (BPA) desde el primer año tras la fusión, alcanzando una mejora de aproximadamente el 3,5% una vez se produzcan los ahorros asociados a la fusión, que se estiman en aproximadamente 850 millones de euros antes de impuestos.

Adicionalmente, el valor en libros tangible por acción aumentaría en torno al 1% en la fecha de la fusión. La operación ofrecería un elevado retorno de la inversión (ROIC 2 cercano al 20% para los accionistas de BBVA). Todo ello con un impacto limitado en el CET1 de aproximadamente -30 puntos básicos en el momento de la fusión, al tiempo que se mantiene la atractiva política de remuneración al accionista de BBVA.

BBVA explica en la carta que la nueva entidad se convertiría en una de "las mayores y más sólidas" entidades financieras en Europa. Los activos totales estaría por encima del billón de euros y tendría más de 100 millones de clientes a nivel mundial y nacería "con la ambición de ser el mayor banco por capitalización bursátil de la zona euro". Según el cierre del martes, esta entidad resultante de la fusión tendría un valor en bolsa de casi 70.000 millones, lo que le pondría como el cuarto valor con más capitalización, por debajo de Banco Santander.

"La mayor escala permitiría afrontar en mejores condiciones los retos estructurales del sector y llegar a un mayor número de clientes, abordando de forma eficiente las inversiones en transformación digital", aseguran desde BBVA. Y ha añadido que la entidad combinada "sería más sólida y eficiente, y un referente en el mercado por volumen de activos, créditos y depósitos".

Por otra parte, BBVA destaca el encaje estratégico y complementariedad de ambas compañías, siendo Banco Sabadell el referente en España en el segmento de empresas y, al igual que BBVA, una entidad líder en digitalización y sostenibilidad. Además, la presencia de Banco Sabadell en Reino Unido se sumaría a la escala global de BBVA y su liderazgo en México, Turquía y América del Sur. Por todo ello, "la entidad fusionada sería el mejor socio financiero de familias y empresas, con una mejor oferta de productos y una mayor capacidad de acompañar a las empresas en su expansión internacional".

En cuanto a posibles ajustes de plantilla, la entidad indica que "en la integración de las plantillas se respetarían en todo caso los principios de competencia profesional y mérito, sin la adopción de medidas traumáticas o que afecten singularmente a los empleados con origen en una de las dos entidades".

En este sentido, señala que se constituirá un comité de integración con representantes de ambas organizaciones "con el fin de diseñar, con pleno respeto de la normativa de Derecho de la competencia, el mejor proceso de integración, buscando potenciar al máximo el talento existente en ambas entidades".

"El equipo directivo de la entidad resultante se conformaría con ejecutivos procedentes de ambos bancos, atendiendo a principios de competencia profesional y mérito, procurando guardar la proporcionalidad en función del peso relativo de los negocios", subraya.

Desde BBVA aseguran que esta fusión supondría la creación de una entidad "más fuerte y más rentable" también se traduciría en una "mayor contribución vía impuestos y en una remuneración creciente y atractiva para los accionistas".

En resumen, BBVA considera que la fusión propuesta "genera valor para todos los grupos de interés: accionistas, empleados, clientes y la sociedad en su conjunto".