En la página web de la empresa israelí de defensa Rafael Advanced Defense Systems aún aparece una fotografía del blindado español ASCOD, conocido en nuestro país como Pizarro, equipado con el sistema de protección activa (APS) Trophy. La imagen fue tomada en la Feria Internacional de Defensa y Seguridad de España (FEINDEF) de 2023. Pero ahora sabemos que España no podrá implementarlo en sus vehículos de combate.
La razón es que el Gobierno decidió hace unos meses prescindir de toda tecnología militar israelí. Fue Pedro Sánchez quien lo anunció el pasado septiembre como una de las medidas estrella para protestar contra el "genocidio" de Gaza. Y apenas unos días más tarde el Ministerio de Defensa confirmó que ese proceso de "desconexión" había culminado.
El plan de Defensa era que toda la tecnología israelí de las Fuerzas Armadas pasara a ser española, aprovechando la escalada del PIB en el sector acordada con la OTAN. El problema es que el Ministerio, aunque luego cambió de versión, admitió de entrada que algunos contratos israelíes no podían reemplazarse porque no había sustitutos reales en el mercado. Pasó, por ejemplo, con los misiles Spike y los lanzacohetes Silam.
Actualmente ningún vehículo español monta el sistema Trophy, pero la idea era empezar a incorporarlo en los Leopard 2A8, los 8x8 Dragón o los futuros vehículos de apoyo a cadenas (VAC). Pero todo eso saltó por los aires con la "desconexión" militar de Israel que impulsó Moncloa.
"Renunciar al Trophy es un error, porque es el mejor sistema del mundo, y está muy probado en el campo de batalla", asegura una fuente militar. "Es entendible que en estas decisiones haya criterios políticos, pero lo primero en defensa es la salvaguarda del país y de los soldados. Y los israelíes hacen todo bien porque les va la vida en ello", añade.
En el mercado hay otras alternativas israelíes, rusas o alemanas, entre otras. Pero ninguna goza del prestigio del Trophy, ni tampoco tienen su recorrido en combate. Además, la apuesta es priorizar la tecnología europea y, especialmente, la nacional. Por eso se confía en que Indra pueda desarrollar en el futuro uno de estos sistemas, utilizando como base su radar Nemus, que en teoría estará operativo en 2026. Pero el reto es mayúsculo.
"Este tipo de desarrollos tan complejos no es cosa de uno o dos años, llevan más tiempo, y algunos luego se quedan en agua de borrajas. Además, en España, en el sector de la defensa, estamos acostumbrados a que los contratos se alarguen en el tiempo y se incrementen en presupuesto, lo que en ocasiones hace que los desarrollos se queden obsoletos más rápido. Ha pasado con los submarinos S-80 y con los blindados 8x8 Dragón. Está por ver si Indra es capaz de algo así, pero el país debe estar preparado", incide la misma fuente. Otro militar consultado asegura que "no hay alternativa al Trophy. Hay que buscar otros desarrollos, y es difícil que alguien ceda esa tecnología, máxime si no está madura".
Un sistema de precisión máxima
Trophy fue concebido como respuesta al arsenal de armas antitanque cada vez más sofisticado que se estaba desarrollando, que incluían mejoras como los misiles guiados de última generación (ATGM) capaces de penetrar el blindaje. La idea es que el sistema contrarrestara esas amenazas para garantizar la supervivencia de los vehículos y, lo que es aún más importante, de las tripulaciones.
Como recuerdan las fuentes consultadas el sistema pretende proporcionar protección 360° a la plataforma que lo monta. "Inicialmente estaba diseñado para CRAM —es decir, amenazas balísticas como cohetes, artillería y morteros— y ahora es probable que necesite una actualización para contrarrestar vehículos aéreos no tripulados", deslizan.
Los APS se dividen en dos grandes categorías, a menudo combinadas en los vehículos modernos. Por un lado, los hard-kill (que podrían traducirse como destrucción dura), que buscan eliminar la amenaza antes de que alcance al vehículo. Por otro, están los soft-kill (destrucción blanda) que están orientados a confundir, desviar o cegar las guías de los proyectiles enemigos. Trophy es de los primeros, lo que implica que tiene "mucha precisión", tal y como explican las fuentes.
Rafael presume de que Trophy es "el único sistema de protección activa operativo del mundo", y que ha sido "ampliamente probado en combate en zonas de alta tensión". Según la compañía, lleva desde 2011 "salvando vidas", puede integrarse en todo tipo de vehículos y es el único sistema de protección activa totalmente integrado desplegado por la OTAN. Algunos de los vehículos que ya lo han incorporado han sido los Abrams del Ejército estadounidense, los Merkava y los vehículos blindados Namer israelíes, los Challenger británicos y los Leopard 2 alemanes.
La fabricación, la producción y el soporte se realizan a nivel mundial y en Israel. En Europa se comercializa a través de EuroTrophy, una empresa conjunta con sede en Alemania formada por Rafael, KNDS y General Dynamics European Land Systems (GDELS).
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