La morosidad es un problema al que se enfrentan muchos autónomos y pequeñas empresas, que ven como sus clientes no pagan, o pagan en periodos por encima de la Ley. Esto les obliga incluso a hacer auténticos malabares para cuadrar sus cifras. Esta demora se da también por parte de las Administraciones Públicas que, si bien es cierto que pagan, los datos afirman que lo hacen más tarde de los 30 días establecidos por Ley.

Incumplimiento generalizado

Para analizar cómo paga la Administración, hemos acudido al último informe sobre morosidad de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA). En él se destaca que tanto la administración local, como la regional y la nacional se pasan del límite. La primera llega a los 60 días para pagar, duplicando los plazos legales, y las otras dos tienen una media de 39 días.

Entre las Comunidades Autónomas hay grandes diferencias. Cantabria es la administración más morosa, fijando su plazo de pago de facturas en 90 días, es decir, triplicando el plazo que marca la normativa. Una bajada significativa hay hasta la segunda más morosa, que es la Comunidad Valenciana con 53 días de media.

Apenas unos días menos, llegando a los 49, se sitúan Murcia y Baleares. También superan los 30 días las regiones de Extremadura con 46 días, Castilla-La Mancha y Cataluña llegando a los 43. Uno menos tarda La Rioja, que se sitúa en 42. Por último Aragón, con 38 días, y Asturias, con 32, también tardan en pagar a sus proveedores más del período legal.

Los que más suerte tienen son los que entregan sus facturas a las administraciones de Galicia, Castilla y León y Madrid, que apenas tardan 23 días en cobrar. Cerca se sitúa el País Vasco, con 25 días de media, seguido de las comunidades de Andalucía, Canarias y Navarra, que pagan a los 27 días.