Puede sonar exagerado, pero hay informes que lo aseveran de forma tan rotunda. Sólo una de cada diez empresas, de las dedicadas al emprendimiento social dentro del sector de la salud, ha conseguido facturar de forma estable. O no está teniendo dificultades para obtener ingresos. Así lo asegura el informe denominado 'Radiografía de las Startups de Impacto Social en Salud' presentado por UnLtd Spain y Lilly, dentro del programa Emprende InHealth.

Para obtener estos resultados se han basado en el perfil de los más de 200 proyectos que se han inscrito en las tres ediciones del programa que se han llevado a cabo. Según Teresa Millán, directora de Asuntos Corporativos y RSE de Lilly, esto se debe a las barreras de acceso al mercado que hay en el sector así como a la dificultad para emprender en el mismo.

Además de que el porcentaje empresas que consiguen ingresos estables es muy pequeño, también han podido saber otros datos como que el 24% de las que tienen ingresos sólo lo hacen de forma puntual o que el 65% ni siquiera factura.

Los principales problemas a los que señalan los propios emprendedores son la falta de financiación (eso a pesar de que la mitad de ellos, antes de apuntarse al programa, han logrado algún tipo de financiación), las barreras para lograr la internacionalización, búsqueda de partners, la entrada al mercado, lograr aumentar las ventas o tener mayor visibilidad.

El perfil de las startups de salud

En el informe también se recoge que Madrid, Cataluña y Andalucía son las regiones con más emprendedores en el sector sanitario. En cambio, las que menos son La Rioja, Cantabria, Murcia, Castilla La Mancha y Canarias.

En cuanto al producto o actividad que ofrecen, casi cuatro de cada diez se encargan de servicios de salud, el 13% del desarrollo de contenidos formativos, el 11% son apps para la salud, el 9% dispositivos médicos y con un 7% para cada una están la telemedicina y los dispositivos wareables o IoT.

Que no lleguen a ser rentables también hace que la gran mayoría (un 70%) tengan menos de cinco trabajadores. Sólo el 9% llega a tener más de 10 y en torno al 21% de estas startups tiene entre cinco y 10 asalariados.

De todos estos emprendedores tan sólo un 5% son profesionales autónomos, frente a un 72% que constan como sociedades limitadas. Un 14% son asociaciones sin ánimo de lucro. Cabe destacar también la juventud de este tipo de empresas, ya que tan sólo un 10% se crearon antes de 2010. Entre ese año y 2015 nacieron el 43% y a partir del 2016 el 40% de estas startups.