Existen una serie de cuestiones coyunturales que afectan en negativo a las pymes españolas. Le restan competitividad, frente a las europeas, según ha denunciado recientemente el presidente de Cepyme Gerardo Cuerva, en la última Asamblea General de la Confederación.

Los problemas de las pymes españolas

El primer problema es la presión fiscal que supera en más de un punto la media europea, con 10,5% de PIB en España frente al 9,3%. Además, la aportación fiscal también es mayor, superando el 30% (concretamente el 30,4%) en el caso de nuestro país, mientras que en Europa se sitúa en el 26,2%.

Porcentajes similares (30% en España y 25% de media en la UE) cuando se observan los datos relacionados con los costes salariales. La última barrera pertenece al impuesto de sociedades, que mientras en Europa se sitúa en el 22,5% en nuestro país llega hasta el 25%.

Estabilidad: un factor necesario

Cuerva también quiso destacar en la importancia de una estabilidad, moderación, seguridad jurídica y fiscalidad para las pymes para que puedan afrontar mejor los desafíos a los que se enfrentan. Entre ellos están la digitalización e internacionalización, para poder continuar su crecimiento en otros mercados europeos así como asentarse entre los clientes de su propio país, la innovación o los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Además, también apuesta por que se continúe con el actual marco de reducción de costes sociales y que se mejoren otros apartados como la asistencia y ayuda en contra de la morosidad (incluyendo la pública) y contra la economía sumergida, que acaban con la actividad de muchos pequeños negocios y empresas.

El presidente de Cepyme también ha querido señalar que, pese a todas las barreras, la economía continuará su buena tendencia este año y el próximo, con una estimación del 2,2% en 2019 y un 1,9% en 2020. Además se espera que se creen unos 543.000 nuevos empleos.