El PNV es el claro vencedor de las elecciones municipales y forales en Euskadi, revalidando la mayor parte de su poder local e incluso ampliándolo en muchos casos. La formación de Andoni Ortuzar no sólo se ha impuesto en las tres capitales vascas, sino que también ha liderado y mejorado sus resultados en las tres juntas generales, las cámaras forales territoriales. Desde 1983, antes de la escisión del partido, la formación nacionalista no se imponía en las tres capitales en una misma cita electoral.

En cambio, el Partido Socialista de Euskadi no logra capitalizar la ola a favor que ha impulsado a la formación la victoria de las pasadas elecciones generales, ni rentabilizar los numerosos gobiernos de coalición que ha mantenido con el PNV en la legislatura que hora concluye. Así, en su tradicional feudo, la margen izquierda vizcaína, no ha logrado remontar el revés que ya supuso la irrupción con fuerza del PNV hace ahora cuatro años y que ahora ha reforzado aún más su hegemonía.

En el caso de EH Bildu, las expectativas que manejaba la coalición que lidera Arnaldo Otegi no se han cumplido en una buena parte de las localidades ni en las capitales vascas. Por último, el PP no logra frenar su pérdida de apoyos, que fundamentalmente han ido a parar al PNV, y agudiza la pérdida de poder en las principales localidades vascas, así como en las cámaras territoriales. Por último, ni Ciudadanos ni Vox logran concejales en los 251 ayuntamientos vascos que se han elegido esta noche.

La victoria más amplia de la noche la ha obtenido el actual alcalde de Bilbao, Juan María Aburto, quien se ha quedado a las puertas de la mayoría absoluta. El primer edil del PNV ha pasado de contar con 13 escaños a 14, a uno de la mayoría. De este modo, el PNV podrá seguir gobernando, bien en solitario o reeditando el Ejecutivo de coalición que mantiene en la capital vizcaína. Su socio de Gobierno, el PSE mejora los resultados, al ganar un escaño -que pierde Podemos- y alcanzar los cinco ediles. La izquierda abertzale, que encabezaba la histórica abogada de presos de ETA, Jone Goirizelaia, no obtiene nuevos apoyos y mantiene los cuatro concejales. Por último, Elkarrekin Podemos baja de cuatro a tres ediles, igual que el PP, que pasa de cuatro a tres representantes.

El PNV, también en Vitoria

En Vitoria, donde se había fijado la mayor expectación ante una posible victoria de la izquierda abertzale, ha sido el PNV quien ha logrado la sorpresa de la noche, la candidatura del actual alcalde, Gorka Urtaran, que se situó en tercer lugar en las elecciones municipales de 2015, se ha impuesto con holgura en esta ocasión. La formación nacionalista ha pasado de cinco a 7 concejales. La segunda sorpresa la ha dado el PSE, que se sitúa como segunda fuerza, con seis concejales e igualado con EH Bildu, cuya candidata, Miren Larrión figuraba como posible vencedora en muchas encuestas. La izquierda abertzale sólo ha logrado mantener sus seis escaños y ser la tercera fuerza en la capital alavesa.

El mayor revés en Vitoria se lo ha llevado el PP. La candidatura que encabezaba Leticia Comerón ha perdido casi la mitad de su representación, al pasar de 9 escaños y ser el partido más votado de la ciudad en 2015 -cuando Javier Maroto encabezó la lista-, a caer hasta los cuatro escaños. Con estos resultados, la alianza PNV-PSE requeriría del PP para lograr una mayoría absoluta.

En San Sebastián el PNV se ha impuesto con mucha diferencia. La candidatura del actual alcalde, Eneko Goia, se queda a mucha distancia de la segunda formación, EH Bildu, que obtiene seis concejales, los mismos que hace cuatro años. Goia y su plancha han obtenido 10 de los 27 escaños en juego, uno más que en 2015.

El PSE, que lidera Ernesto Gasco, obtiene en cambio un mal resultado, al perder dos concejales y quedarse con cinco. Sin embargo, una alianza entre socialistas y nacionalistas continuaría brindándoles la mayoría absoluta del consistorio. Por último, el PP logra mantener su peso en la ciudad. La campaña personalista y alejada de las siglas del PP que ha hecho Borja Semper le han permitido frenar la pérdida generalizada de apoyos de su partido y conservar los tres escaños que tenía en Donostia.

Las cámaras territoriales

Los buenos resultados del PNV se han constatado también en la margen izquierda del Nervión, histórico feudo obrero y socialista y que en estas elecciones se ha comportado en clave más nacionalista que socialista. El PSE sólo ha logrado conservar el poder en Portugalete, pero no ha recuperado ninguno de los otros ayuntamientos. Barakaldo, por ejemplo, donde en 2015 el PNV se impuso por sólo 52 votos, esta vez ha logrado distanciarse notablemente y obtener tres concejales más que el PSE. Igualmente, en Santurtzi, que también le fue arrebata al PSE por parte del PNV, se ha impuesto esta vez la formación nacionalista.

En la margen derecha el municipio de referencia, Getxo, ha dado un apoyo considerable a los nacionalistas. El PNV, que ya gobierna la localidad, ha ampliado de 9 a 12 el número de escaños. Junto a ello, otro de los logros de la formación nacionalista ha sido arrebatar a EH Bildu la victoria en el municipio de Bermeo.

En Euskadi hoy también se votaban las tres cámaras territoriales, de las que saldrán elegidos los gobiernos de las diputaciones forales. En todas ellas el PNV se ha impuesto con mucha diferencia. En Vizcaya ha rozado la mayoría absoluta al lograr 25 de los 51 junteros, dos más que en 2015. También su hoy socio de Gobierno, el PSE, ha mejorado sus resultados al subir de siete a ocho representantes. En cambio, la izquierda abertzale ha perdido un escaño, de 11 a 10, Podemos ha mantenido los seis que ostentaba y el PP ha perdido la mitad de sus cuatro junteros.

En Guipúzcoa el comportamiento ha sido similar. El PNV se ha impuesto al mejorar de 18 a 20 representantes en las Juntas Generales. Su socio de Gobierno, el PSE no logra rentabilizar su paso por el Ejecutivo y no mejora sus nueve escaños. El líder de la oposición, EH Bildu, tampoco repunta pero mantiene sus 17 representantes. Elkarrekin Podemos, en cambio, sí obtiene unos malos resultados y pierde dos de sus seis representantes. Por último, el PP mantiene su único juntero.

Por último, en Alava el PNV mejora de modo muy notable sus resultados, al pasar de 13 a 17 representantes. Pero sin duda quien mejor rentabiliza la gestión de Gobierno en este caso es el PSE, que dobla representación en la cámara territorial al pasar de cinco a diez representantes. Bildu amplía su peso en un apoderado más, de 11 a 12, Podemos mantiene los 4 que tenía y el PP pierde un tercio de su peso, al caer de 12 a ocho escaños.