El ayuntamiento de Madrid ha votado a favor de eliminar las calles que recuerdan la figura de Francisco Largo Caballero, en el distrito de Ciudad Lineal, e Indalecio Prieto, en Vicálvaro. La iniciativa, propuesta por Vox, sale adelante con los votos de PP y Ciudadanos, según ha adelantado El Español. El líder socialista antes y durante la Guerra Civil pierde sus honores en la capital merced a la Ley de Memoria Histórica aprobada durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero. También Prieto, ministro de Defensa durante la Guerra.

La figura de Largo Caballero, presidente del PSOE entre 1932 y 1935, ha sido ampliamente discutida. Y sus detractores siempre le han acusado de azuzar el clima prebélico que precedió a la Guerra Civil en España. Largo Caballero comandó la revolución asturiana contra la República en 1934, y fue ministro de la Guerra y jefe de Gobierno durante la contienda.

Antes del estallido de la Guera, en enero de 1936, Largo Caballero ya había pronunciado una de sus frases más recordadas: «La clase obrera debe adueñarse del poder político, convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo, y como el que tiene el poder no ha de entregarlo voluntariamente, por eso hay que ir a la Revolución».

«Si los socialistas son derrotados en las urnas, irán a la violencia, pues antes que el fascismo preferimos la anarquía y el caos», insistió más tarde en el Cinema Europa.

No es la primera vez que el legado de Largo Caballero, que murió exiliado en Francia tras ser preso de los nazis, se discute en la política española.

"Fue un asesino, hizo cosas abominables y ahí está su estatua", dijo en una entrevista con El Independiente Adolfo Suárez Illana en 2019.