Ha vuelto a suceder. Tampoco en el Día de la Memoria de este año se ha logrado el consenso. En el acto institucional celebrado a puertas del Parlamento Vasco sólo estaban cuatro de los seis partidos que tienen representación en la Cámara vasca. Ni PP ni Vox han acudido a la ofrenda floral que ante la escultura 'Brújula de medianoche', de la artista Cristina Iglesias, han protagonizado el resto de formaciones con el lehendakari Iñigo Urkullu presidiendo el acto. Todos ellos han depositado rosas blancas ante la llama en recuerdo a las víctimas en el único día del calendario, el 10 de noviembre, en el que la violencia terrorista no provocó ningun herido, muerto o secuestrado.

Es precisamente la discrepancia sobre qué tipo de víctimas deben ser honradas un día como el de hoy la que mantiene dividida a la calse política desde 2011. Cuandon por el impulso de PSE y PP se aprobó la celebración, se incluyó en ella a todas las víctimas de ETA y las provocadas por los GAL, el Batallon Vasco Español y otro tipo de organizaciones terroristas activas durante los años 80.

Sin embargo, las críticas procedentes desde la izquierda abertzale por no incorporar a ese acto institucional a quienes padecieron los abusos policiales y torturas, hizo que desde su segunda edición el recuerdo se amplíe a todo tipo de víctimas y se hable únicamente de forma genérica de 'víctimas de la violencia'.

'Ongi etorris' y jóvenes

Por eso desde hace una década es imposible que un único acto congregue a todas las formaciones. Ni siquiera los dos Gobiernos, el vasco y el español, logran celebrar un acto conjunto. La delegación del Ejecutivo en el País Vasco optó ayer por celebrar su propio homenaje a las víctimas del terrorismo. Lo hizo, junto al Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, en un sencillo acto en el que participaron tres víctimas de ETA y en las que, como hizo el delegado del Gobierno en Euskadi, Denis Itxaso, denunciaron la persistencia de los 'ongi etorri' o bienvenidas a presos de ETA a su salida de la cárcel.

Itxaso aseguró que con este tipo de recibimientos "quienes hicieron del plomo el peso de sus argumentos" quieren justificar lo que hicieron: "Esos sórdidos homenajes no tratan tanto de homenajear el terror y la muerte, que también, sino de mantener supurando una herida que dé sentido a la impiedad y cobardía" en la que incurrieron.

Ajenos al acto en el Parlamento Vasco, tanto el PP como Vox han celebrado sus propios homenajes a las víctimas, en este caso sólo de las de ETA. El PP lo ha hecho en Vitoria y Vox en Bilbao. La única parlamentaria de la formación de Abascal, Amaya Martínez ha asegurado que ellos siempre se opondrán al intento de "equiparación de víctimas" que se impulsa desde el Gobierno de Urkullu y que es secundado por el resto de partidos a excepción del PP: "Nosotros decimos no al blanqueamiento de ETA".

'Quieren mezclar violencias'

Por su parte el parlamentario de Ciudadanos en Euskadi, José Manuel Gil, ha denunciado que el Gobierno de Urkullu utiliza el 'Día de la Memoria' para ponerlo al servicio de "la estrategia del nacionalismo": "Quieren mezclar todo tipo de violencias y equipararlas. No podemos permitir ese intento de reparto de culpas entre víctimas y verdugos y que avalen la falsa teoría del conflicto".

En el acto de esta mañana en el Parlamento Vasco, en el que también ha estado presente una representación de EH Bildu, no ha habido declaraciones. Tras la ofrenda floral se ha guardado un minuto de silencio. No será hasta esta tarde cuando el lehendakari intervenga en el acto que está previsto celebrar en el Instituto Gogora. Este año, el Instituto y el Gobierno vasco han centrado los mensajes de este día en los jóvenes. El desconocimiento que sobre lo ocurrido se detecta en amplias capas de la población más joven en Euskadi es uno de los objetivos prioritarios que se ha marcado el Goberno y Gogora para este día.