Jornada dedicada al imán de Ripoll, Abdelbaki es Satty, considerado cerebro de la célula yihadista que en agosto de 2017 atentó en Barcelona y Cambrils provocando 16 muertes y 140 heridos. Responsables de mezquitas en Bélgica, Alicante y Ripoll han trazado este lunes el retrato de un activista con dos caras, evitaba los sermones radicales en público mientras buscaba adeptos en privado. Mientras, la acusación particular insistía en la relación del imán con el CNI, una línea de interrogatorios que ha frenado el presidente de la Sala, el juez Félix Alfonso Guevara.

Sobre el papel de Es Satty como radicalizador de jóvenes musulmanes testificó C.R.M., un español converso al islam que conoció en 2014 a Es Satty en la mezquita de Castellón. Este testigo explicó que el imán le propuso cometer atentados en España. "No creía que fuera capaz de hacer lo que hizo, si no le habría denunciado sin dudarlo", aseguró.

C.R.M. estableció con él una relación de "profesor-alumno", según su relato. Fue a visitarle a su casa en varias ocasiones, donde coincidía con su amigo A.F.R., otro español converso al islam. "Paulatinamente me fue poniendo en su ordenador vídeos de Daesh y me los traducía hasta que vi que eso no era normal y dejé de ir".

Según el testimonio de este ex pupilo, Es Satty le dijo en varias ocasiones que "era una buena idea cometer un atentado en suelo español" y que quería entrar en un centro comercial "y arrasar con todo lo que pillara".

La conexión belga

El presidente de la mezquita de Diegem (Bélgica) en 2016, Soliman A., explicó que Es Satty le dijo que los servicios secretos españoles (CNI) hablaban con él para controlarle. Es Satty, que cumplió condena en el centro penitenciario de Castellón por delito contra la salud pública durante cuatro años, comenzó en 2015 a ejercer como imán en Ripoll, pero abandonó la primera mezquita en esta localidad para trasladarse a Bélgica.

Soliman A. ha declarado que en 2016 Es Satty estuvo tres o cuatro meses desarrollando labores de imán en la mezquita de Diegem y que en una ocasión le sorprendió en la oficina hablando por teléfono con unas personas. "Me dijo que hablaba con agentes de los servicios secretos españoles que querían saber dónde había estado y encontré que no era normal", ha relatado el testigo.

Ha añadido que en alguna ocasión le hizo ver a Es Satty que discrepaba de alguno de sus discursos en la mezquita y ha comentado que se le podría encuadrar dentro de la corriente del salafismo extremista.

El rastro del imán

Tras su estancia en Bélgica regresó a Ripoll, donde fue contratado en mayo de 2016 para una nueva mezquita, llamada Annour. Sería allí donde contactó con los jóvenes que formaron la célula. El imán y otro presunto miembro de la célula fallecieron la noche del 16 de agosto de 2017 en la explosión de la casa de Alcanar (Tarragona) donde los terroristas preparaban artefactos para cometer atentados, lo que precipitó que improvisaran sus ataques de Barcelona y Cambrils.

En esa explosión resultó gravemente herido Mohamed Houli, el principal acusado de la causa que se instruye en la Audiencia Nacional por terrorismo. Junto a él, Driss Oukabir, acusado también de formar parte de la célula yihadista, y el supuesto colaborador Said Ben Iazza.

La relación con el CNI

El juez instructor de la causa, José Luis Calama, rechazó en 2019 investigar la supuesta vinculación de Es Satty con el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), como solicitó el abogado y diputado de Junts per Catalunya (JxCat) Jaume Alonso-Cuevillas, que está personado en el procedimiento como acusación particular ejercida por el padre de un niño que falleció en el atentado de Las Ramblas.

El letrado pretendía, entre otras diligencias, que testificaran los agentes de la Guardia Civil que se entrevistaron con el imán de Ripoll entre 2012 y 2014 cuando estuvo en la prisión en Castellón.

Durante el interrogatorio al presidente de la Comunidad Islámica de Ripoll en la época de los hechos, Ali Y., los abogados de Javier Martínez han vuelto sobre esta cuestión. Este lunes, el letrado Agustí Carles preguntó sobre las dos visitas de agentes del CNI a la mezquita de las que habló el secretario de la mezquita en una comparecencia en el Parlament. Pero el juez Guevara ha advertido que se trataba de una línea de interrogatorio impertinente.

Ali Y aseguró por su parte que el proceso de radicalización de jóvenes de su comunidad se produjo en secreto. "Todo lo que hizo fue en secreto. Tenía dos caras, una dentro y otra fuera y sus discursos en la mezquita eran normales".