Un tren procedente de Albacete con 300 viajeros a bordo consigue llegar, con muchas dificultades, a la estación de Atocha a las 4 de la mañana del sábado 9 de enero. 'Filomena' azota ya con fiereza la capital. Es imposible coger un taxi para llegar a casa o utilizar el coche. Ante el "auténtico desafío" que ha supuesto hacer frente a un temporal histórico en la región, Metro también ha hecho historia al poner en circulación sus trenes de forma ininterrumpida durante días por primera vez en 101 años. Esa noche, aquellos viajeros pudieron trasladarse gracias a la apertura de la red suburbana, que también "auxilió" a cientos de empleados en las estaciones, conductores de autobuses o empleados de seguridad, atrapados por la tormenta perfecta.

Más de 120 horas seguidas lleva circulando Metro. En concreto, desde las 6 de la mañana del viernes 8 de enero. Sólo hay un precedente, ligeramente parecido, cuando la red subterránea abrió 24 horas con motivo de las celebraciones del World Pride de 2017. Pero esta vez, ya van cinco días de servicios ininterrumpidos "en condiciones extremadamente complicadas", en que EMT y Cercanías "no han funcionado" y con las carreteras prácticamente intransitables, por lo que "todos los usuarios acudieron a Metro".

Silvia Roldán, consejera delegada de Metro de Madrid, cuenta en conversación con El Independiente que las últimas horas han sido las más "difíciles" desde que cogió los mandos de la compañía. Y pide comprensión a los usuarios por las numerosas críticas en redes sociales a causa de las imágenes de aglomeraciones en andenes y vagones en los últimos días. "Entiendo las críticas. Pedimos disculpas porque nuestro objetivo ha sido el de poner a disposición de los madrileños el mayor número de trenes posible, pero ha sido muy complicado".

El viernes por la noche sólo la Línea 8 de Metro, que conecta el aeropuerto de Barajas con Nuevos Ministerios, estuvo abierta al público, aunque sí circularon trenes por toda la red para garantizar que empleados o viajeros rezagados pudieran llegar a sus casas. Fue entonces cuando Metro activó su protocolo de emergencia para que "todo material rodante que estuviera disponible comenzase a funcionar" ante un temporal que "ha desbordado todo lo previsible".

Entre las dificultades que se han encontrado destaca la gran cantidad de trenes -casi un centenar- que estaban en los depósitos "a la intemperie" y que "no conseguimos sacar" porque "todos los desvíos estaban congelados". Todo ello, junto a los problemas tecnológicos de los equipos de control remoto y la acumulación de usuarios en las vías -sólo el lunes se registró un 21% más de pasajeros en hora punta que en la misma franja de la semana anterior- ha alterado las frecuencias.

Pese a todo, Roldán asegura que el dispositivo para controlar los aforos en el Metro ha seguido funcionando con normalidad y también "se ha reforzado el sistema de gestión de aglomeraciones". En suma, asegura que se ha hecho un esfuerzo "sobrehumano" para prestar servicio a los madrileños en un momento de emergencia. La responsable del suburbano destaca, sobre todo, la labor del personal de Metro, que está "agotado" tras días y días de trabajo, que no sólo se reduce a la conducción de los trenes, sino a "todo el trabajo de limpieza, en los depósitos, en los accesos" que ha provocado que haya gente trabajando "de madrugada y hasta con 12 grados bajo cero". "No hemos parado en ningún momento", justifica.

Según la consejera delegada de Metro, aún se está trabajando en el impacto económico que tendrá la prestación de este servicio extraordinario -sine die, hasta volver a la normalidad- en las arcas públicas de la región. Y destaca que "no se ha tenido que recurrir al reclutamiento forzoso de personal" para cubrir las horas de más, sino que "ha sido todo mucho más sencillo": la colaboración y el "compromiso" de los trabajadores ha sido "pleno", y muchos se han ofrecido voluntarios para doblar turnos o trabajar en días de libranza para no interrumpir un servicio que, normalmente, está suspendido entre las 2 y las 6 de la mañana.

Tres personas por metro cuadrado

La limitación habitual de la Consejería de Sanidad para el transporte público con motivo de la pandemia del coronavirus es de tres personas por metro cuadrado y ocupación del 100% de los asientos. Frente a las imágenes de aglomeraciones, Roldán hace un llamamiento a la calma y recuerda que las posibilidades de transmisión del Covid en los trenes "son muy pequeñas", ya que es un punto en que todo el mundo lleva la mascarilla y "no suele haber interacción entre personas". "Los trenes se desinfectan diariamente y es importante tener en cuenta el sistema de renovación de aire".

Explica la jefa de Metro que sólo el sábado se dio servicio a más de 380.000 personas, que subieron a 540.000 el domingo. "Pero el lunes se trasladó a 1.076.000 personas, y eso ha tenido un impacto muy significativo", comenta, en relación a las quejas por la acumulación de gente.

"Madrid está patas arriba"

Sobre la declaración de Madrid como zona catastrófica, Roldán deja ver, entre líneas, que no estaría de más que el Gobierno se abriese a aprobar este instrumento porque "todo lo que haga bien a la ciudad será bien recibido".

A su juicio, basta con bajar a las calles para comprobar cómo ha barrido la ciudad un temporal que ha dejado prácticamente incomunicada no sólo a la capital, sino prácticamente a toda la región. "Madrid está patas arriba", sentencia.

La medida estrella de Cs: abrir Metro las 24h

La apertura de la red de Metro las 24 horas este fin de semana recuerda ineludiblemente a una de las medidas estrellas de Ciudadanos durante la campaña electoral de 2019, que repitió durante meses el vicepresidente regional, Ignacio Aguado, más tarde: la apertura del suburbano durante 24 horas los findes de semana y vísperas de festivo, un proyecto que se comprometió a acabar antes de que finalizase la legislatura y que cuenta con varias fases previas.

Pero el coronavirus, explica, ha retrasado todos los plazos de esa apertura progresiva que no ha alcanzado ni su primera fase: el servicio de Metro hasta las 2:30h los viernes, sábados y vísperas de festivos.

"Estamos trabajando al 100% para dar cumplimiento a todos los compromisos, que pasan primero por la negociación del convenio colectivo con los trabajadores. Desafortunadamente, el Covid ha retrasado todos los plazos", zanja la responsable de Metro.