La CUP quiere la presidencia del Parlament. Así lo han trasladado los antisistema tanto a ERC como a JxCat en las negociaciones para la formación del nuevo gobierno catalán. Los anticapitalistas quieren hacer valer su mejora de 4 a 9 diputados en las elecciones catalanas del 14F y garantizar que la "soberanía del Parlament" se defienda esta legislatura "hasta las últimas consecuencias".

La pretensión de la coalición que lideran Dolors Sabater (Guanyem) y Carles Riera (CUP), choca sin embargo con las aspiraciones de Junts. El partido de Carles Puigdemont abrió las negociaciones convencido de que la presidencia de la Cámara le correspondía, del mismo modo que en la legislatura pasada -y en las anteriores- la había ocupado Esquerra, en su calidad de segunda fuerza independentista.

De hecho, la exigua ventaja de ERC, 1 diputado y 35.000 votos más que JxCat, obliga a los republicanos a repetir el esquema de reparto del Govern y los cargos institucionales al 50% como sucedió en la legislatura anterior, argumentan desde Junts. Desde el primer día, la secretaria general del partido, Elsa Artadi, dejó clara su aspiración a presidir el Parlament.

ERC alimenta a la CUP

Junts y la CUP han mantenido este miércoles su segundo encuentro con la batalla sobre la presidencia del Parlament sobre la mesa. Aunque los comunicados de ambos partidos hablan de revisar el papel de Interior y de profundizar en la estrategia independentista.

Mientras, Esquerra alimenta las aspiraciones de los anticapitalistas. Los republicanos aspiran a un "gobierno amplio" con una mayoría parlamentaria sólida, a la que quiere incorporar además a los Comunes. En ese esquema, la posibilidad de satisfacer a la CUP con un lugar preeminente en la Mesa del Parlament agrada a los republicanos.

De hecho, por aritmética parlamentaria los antisistema deberían ocupar una de las secretarías, junto a los dos representantes de PSC, ERC y JxCat. Vox es el cuarto grupo de la Cámara, pero los antisistema obtendrán apoyos de los otros dos partidos independentistas para ocupar esa séptima silla.

Asambleas locales

Pero los anticapitalistas ya han trasladado a sus bases la posibilidad de presidir el Parlament, que debe constituirse el próximo 12 de marzo como muy tarde. En el documento que la dirección del partido ha trasladado a las asambleas locales señala que "la Mesa del Parlament es importante para afrontar los ataques del Tribunal Constitucional a la soberanía del Parlament". Y trasladan la pregunta a sus bases: "¿deberíamos plantear la asunción de la presidencia del Parlament?".

Las conclusiones de esas asambleas locales la recogerá este sábado el Consejo Político de la CUP, se reúne para avalar las negociaciones llevadas a cabo. Se trata de una sesión ordinaria, insisten desde el partido insisten, en la que "no se tomará ninguna decisión de sí o no" sobre la próxima coalición de gobierno en Cataluña.

Pero sí puede fijar una postura definitiva sobre la presidencia del Parlament, que debe constituirse en las dos semanas siguientes.

Illa reclama una presidenta

Paralelamente, el PSC mantiene sus contactos con los Comunes, el único socio con el que aspira a intentar una coalición de gobierno, aunque los de Ada Colau han mantenido contactos también con ERC y la CUP para explorar su apoyo al gobierno independentista. En la reunión mantenida este miércoles, los socialistas ha defendido que la presidencia la ocupe una mujer de izquierdas, "ante la propuesta independentista que apuesta por una presidencia de la CUP o de Junts".

CatEC-Podem ya ha dejado claro a los socialistas que no apoyará una "investidura fake" de Salvador Illa, sin más apoyos que los 41 diputados que suman ambos grupos. Pero queda abierta la posibilidad de que apoye al presidente del Parlament que proponga el PSC, aunque la presidencia volverá a ser independentista si ERC, JxCat y la CUP suman sus votos. Incluso sin el apoyo de los antisistema, en caso de que finalmente se imponga la tesis de Junts.