Laura Borràs ha asumido la presidencia del Parlament declarándose heredera directa de Carme Forcadell y con el firme propósito de abanderar la recuperación de su protagonismo como altavoz del discurso independentista. "En democracia es la ley la que se tiene que adaptar a la voluntad popular y no al revés" ha advertido en su discurso de inauguración de la legislatura.

"Tenemos que poder legislar lo que esta cámara decida porque el único límite es la voluntad de los ciudadanos y llegaremos tan lejos como ellos nos lleven". Borràs se presentó a las elecciones con una propuesta de mantener la confrontación con el Estado, y en su primer discurso como presidenta del Parlament ha dejado claro que su intención es abundar en esta estrategia.

"Más que nunca el Parlament tiene que tener un papel clave en el futuro político del país, la mayoría de la Mesa y el Parlament debemos hacer valer nuestro compromiso insobornable con el encargo del pueblo", ha añadido Borràs, en una Mesa del Parlament en la que el independentismo ha impuesto su rodillo.

Vox y Comunes, fuera de la Mesa

JxCat, ERC y la CUP suman cinco representantes, por dos del PSC. Vox, cuarta fuerza de la cámara, se ha quedado fuera porque los tres partidos independentistas han divido sus votos para garantizar la entrada de los secretarios de ERC, Ruben Wagensberg, JxCat, Jaume Alonso-Cuevillas, y la CUP, Pau Juvillà.

Laura Borràs ha sido escogida nueva presidenta del Parlament con los votos del bloque independentista. Se ha impuesto el pacto de JxCat y ERC, en el que la CUP ha votado en blanco para evitar apoyar a la líder puigdemontista por su imputación por corrupción, lo que ha forzado una segunda votación. PSC, CatEC y Vox han votado a sus propios candidatos en una sesión marcada, de nuevo, por el protagonismo del diputado de más edad, el republicano Ernest Maragall.

"Desde absoluto respeto a las ideologías que cualquiera quiera expresar públicamente, excepto la extrema derecha". Maragall, presidente de la mesa de edad que debe presidir la constitución del nuevo parlamento catalán ha vuelto a utilizar este privilegio para pronunciar un discurso en el que ha defendido la existencia de "presos políticos" y ha arremetido contra la presencia de Vox en el Parlament.

Respuesta de Abascal

Santiago Abascal, por contra, ha defendido que "hoy es un día histórico para Cataluña" por la llegada de Vox a las instituciones autonómicas. El líder del partido, que ha acudido a Barcelona para acompañar a su nuevo grupo en la constitución del Parlament, ha defendido minutos antes del inicio de la sesión que su partido llega a Cataluña "para recuperar a ese 50% de catalanes que no fueron a votar" el 14F.

Abascal se ha referido también a la "alocada carrera" de PP y Cs "por pactar con Pedro Sánchez", la cúpula de TVE en el caso de los populares, el gobierno de Murcia en el de los naranjas. Cs, "la veleta naranja" se ha convertido para Abascal en un "puñal que ha ejercido la traición contra sus socios de gobierno" y sus votantes.

Bronca en 2018

Para Maragall, sin embargo, se trata de un partido al que ha acusado de pretender "abusar de las herramientas de la democracia para destruirla, como se ha hecho evidente en Europa y ahora en esta cámara". Un discurso recriminado por el líder de Cs, Carlos Carrizosa, que ha recordado a Maragall que el reglamento del parlament no contempla esa intervención.

No es la primera vez. Hace tres años, Maragall ya presidió la mesa de edad y aprovechó la ocasión para lanzar un duro discurso en el que aseguró que "el Estado español no quiere saber nada de reconciliación. No sabe ganar, sabe derrotar, solo sabe imponer, humillar y castigar".

En esta ocasión, Maragall ha anunciado con contundencia que "combatiremos a esta extrema derecha, es nuestra obligación democrática". En un contexto en el que "no podemos hablar de normalidad democrática en este Parlament", según Maragall, por la existencia en su opinión de "presos políticos", "exiliados" y "represaliados", el republicano ha asegurado sin embargo que esta será la legislatura "de la buena gobernación" para resolver los problemas derivados de la pandemia.

Lluís Puig no vota

Pese a la combatividad exhibida por Maragall, que ha cortado a Carrizosa en su intervención tras darle 30 segundos para expresar sus quejas, la mesa de edad ha impuesto el criterio de los partidos no independentistas respecto al voto del ex conseller Lluís Puig, fugado en Bruselas junto a Carles Puigdemont.

Puig es diputado por las listas de JxCat, pero los votos de los dos diputados más jóvenes, de Vox y PSC, han impedido que pueda ejercer el voto delegado, lo que ha llevado a la CUP a ceder uno de sus votos a Junts para compensar el de Puig. Sí se ha aceptado el voto delegado de una diputada de JxCat y el candidato de la CUP a la Mesa, Pau Juvillà, por enfermedad.

Tres votaciones

La constitución del Parlament se resuelve en tres votaciones, una primera para el presidente de la cámara, en la que JxCat y ERC han sumado sus votos para hacer presidenta a Laura Borràs. La abstención de la CUP ha forzado a una segunda votación entre Borràs y la socialista Eva Granados, que ha sumado los votos de PSC, Cs, PP y los comunes.

Vox ha votado en blanco en la segunda ronda, tras optar por su candidata en la primera, igual que la CUP. En una segunda votación se escogerán a los dos vicepresidentes, y en una tercera votación se escogen a los cuatro secretarios de la Mesa.

Es ahí donde la geometría variable puede aportar sorpresas. PSC y JxCat tienen garantizada la elección de sus candidatos, Ferran Pedret y Jaume Alonso Cuevillas, respectivamente, y la CUP se incorporará por primera vez a la Mesa con Pau Juvillà, gracias a los votos de Esquerra.

Rodillo independentista

Pero queda la cuarta secretaría, en disputa entre Comuns, Esquerra o Cs, que podría hacerse con esa plaza si recaba el voto de Vox. En este contexto, Jessica Albiach, líder de Cataluña en Comú-Podem (CatEC-P) ha lamentado a las puertas del parlament el "rodillo independentista" impuesto en la selección de los miembros de la Mesa.

Pese a sus declaraciones públicas en favor de un acuerdo "amplio" que incluya a los comunes en la mayoría de gobierno, ERC no ha aceptado ceder votos a CatEC para entrar en la mesa si no es a cambio de un compromiso para votar la investidura de Pere Aragonés. Unas condiciones que los comunes consideran inasumibles, si no van acompañadas de un pacto sobre el programa de gobierno.