Primer tanto para el Partido Popular tras el intenso terremoto político que se desató hace más de una semana. Fernando López Miras seguirá siendo el presidente de la Región de Murcia tras salvar definitivamente la votación de la moción de censura pactada por PSOE y Ciudadanos, con 23 votos en contra, 21 a favor y una abstención.

Todas las fuerzas parlamentarias, incluidos socialistas y liberales, entraron desde el pasado viernes en una intensa negociación con los tres díscolos de Vox -Juan José Liarte, Mabel Campuzano y Francisco Carrera-, expulsados de la formación de Santiago Abascal el pasado verano. Finalmente, el PP ha logrado el apoyo de estos tres dirigentes, de quienes dependía en última instancia el triunfo o fracaso de la moción de censura después de que tres diputados de Ciudadanos se levantasen contra las directrices de la dirección de su partido y decidiesen mantener el acuerdo de Gobierno con López Miras.

El éxito de López Miras en Murcia no le saldrá del todo gratis al PP. Según fuentes conocedoras de las negociaciones en la Asamblea murciana, los populares habrían acordado la implantación del 'pin parental' a cambio del apoyo de los tres dirigentes de Vox, y se baraja incluso la posibilidad de incluir a los citados diputados en el Consejo de Gobierno del PP, un extremo que no ha descartado este jueves el propio Liarte. "Para empezar a negociar era primordial la libertad de las familias a la hora de elegir la educación de sus hijos", confirmaba el diputado desde la tribuna.

Con estos movimientos, el PP salva el primer punto de partido después de un auténtico terremoto político que hizo peligrar por momentos el poder territorial de los populares no sólo en Murcia, sino también en Madrid. Cuando quedó registrada la "traición" de Ciudadanos en la Asamblea murciana, López Miras maniobró junto a Teodoro García Egea para dar la vuelta a la situación y convencer a Isabel Franco, Francisco Álvarez y Valle Miguélez -abiertamente enfrentados a la dirección de Arrimadas- para que votasen en contra de la moción. Pero el PP debía contar también con el apoyo de los tres díscolos de Vox, a los que también han contactado los equipos negociadores de PSOE y Ciudadanos, que dejaron su voto en el aire hasta este miércoles.

"Nos ha parecido ilusionante la propuesta del PP de comenzar en Murcia la unificación del centroderecha", suscribía Liarte, quien aseguraba además que esta propuesta se la había deslizado el propio Teodoro García Egea. El portavoz de los díscolos de Vox aseguró además que las negociaciones con el PP no han terminado y seguirán las conversaciones para "enfocar los dos años que nos quedan de legislatura".

Con el partido ganado en Murcia, Pablo Casado y Teodoro García Egea miran ahora a la batalla madrileña, en que Díaz Ayuso se erige como gran triunfadora de la noche electoral del próximo 4 de mayo, aunque es probable que necesite de un pacto con Vox e, incluso, con Ciudadanos en caso de lograr representación para mantener el poder de la joya de la corona del PP.