Ciudadanos se queda con nueve escaños en el Congreso de los Diputados. Pablo Cambronero, diputado por Sevilla y portavoz de la formación liberal en la Comisión de Interior, ha comunicado que abandona Ciudadanos y que se integrará desde este momento en el Grupo Mixto de la Cámara Baja.

En un duro comunicado difundido en redes sociales, Cambronero ha explicado los motivos de su marcha apuntando directamente a la presidenta de la formación, Inés Arrimadas, a su "giro ideológico hacia la izquierda" y a unas "decisiones" que "no comparto". "Si veo corrupción, denuncio y me aparto", ha manifestado. El dirigente liberal fue uno de los cargos que pidió públicamente una redefinición estratégica y una limpieza organizativa tras la debacle electoral en Cataluña -Ciudadanos perdió 30 escaños-, pero su petición y la de otros tantos dirigentes fue desestimada por la dirección.

Lo ocurrido en Murcia, donde el partido naranja pactó una moción de censura con el PSOE y desencadenó un adelanto electoral en Madrid, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de este diputado. Según refleja en su escrito, Cambronero esperó a dar el paso definitivo a la reunión del Comité Ejecutivo Nacional que celebró Ciudadanos el pasado lunes, en que se tomó la decisión de relegar a Carlos Cuadrado y a José María Espejo -responsables últimos, junto a Arrimadas, de la estrategia del partido- pero no se les apartó de la cúpula. Tampoco se planteó la convocatoria de una Asamblea General para decidir el rumbo e, incluso, el liderazgo del partido, una petición en la que también ha insistido otra diputada nacional de Ciudadanos, Marta Martín.

"Las decisiones tomadas este lunes de no cambiar nada y de que todo siga igual es el claro ejemplo de la deriva sanchista que ha tomado Ciudadanos", ha denunciado Cambronero, que ensalza el legado de Albert Rivera y con el que ha acabado, a su juicio, Inés Arrimadas. "No puedo pertenecer a un partido, mejor dicho, ponerme a las órdenes de una dirección que en plena pandemia dedica su tiempo a realizar estrategias o pactos que no comparto", suscribía.

El portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, ha criticado duramente la decisión del hasta ahora compañero de filas, acusándole de formar parte de la "operación Génova y Hervías" y censurando que no haya renunciado a su acta y, por tanto, a su sueldo público. "Aferrarte al acta y al sueldo de diputado te retrata. Una lástima", escribía.

El goteo de bajas en Ciudadanos ha sido incesante desde el golpe encima de la mesa que dio Arrimadas rompiendo el acuerdo con Fernando López Miras en Murcia que, en última instancia, ha provocado un terremoto político con réplicas que aún no habrían terminado. Cambronero se suma a las bajas de Toni Cantó y de otros dos diputados de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid, Sergio Brabezo y Marta Marbat. Y todo apunta a que no serán los últimos.