El gobierno español ha emitido un comunicado este lunes posicionándose contra la Superliga de fútbol que impulsan Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid junto a otros nueve clubes europeos. El ministerio de Cultura y Deporte, encabezado por José Manuel Rodríguez Uribes, critica que la nueva competición "ha sido pensada y propuesta sin contar con las organizaciones representativas de este deporte, tanto a nivel nacional como internacional".

El ministro Uribes ha mantenido conversaciones durante todo el día con el presidente de la UEFA Aleksander Ceferin, con Luis Rubiales, presidente de la RFEF, con Javier Tebas, presidente de LaLiga, y con Florentino Pérez, Joan Laporta y Gil Marín, presidentes de Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid.

La nueva competición, a semejanza de la Euroliga de baloncesto, contempla un formato de 20 equipos, de los cuales 12 son miembros fundadores con plaza asegurada, con la voluntad de extenderlo a 15. Los cinco equipos restantes serían rotatorios en función de méritos deportivos.

El Gobierno subraya en su comunicado que ha defendido "volver a la senda del diálogo y del acuerdo en los ámbitos de decisión y organización a los que estos mismos clubes pertenecen para conseguir una solución pactada que sea conveniente al fútbol y al deporte".

Uribes critica que al acuerdo debe responder a un "espíritu deportivo", aunque constata que ha encontrado disposición al diálogo.

Una disposición que no ha trascendido en público, con la UEFA endureciendo hoy su posición contra la Superliga, amenazando con la exclusión de los equipos que participen del resto de competiciones, e incluso impidiendo que los jugadores de estos clubes participen en torneos con sus selecciones nacionales.

El Gobierno español no ha sido el único en posicionarse contra el nuevo formato de la Superliga, impulsado y presidido por Florentino Pérez y financiado por el banco norteamericano JP Morgan.

Tanto Emmanuel Macron como Boris Johnson también se han posicionado contra una competición que, de momento, no cuenta con el respaldo ni de los clubes alemanes, entre ellos el Bayern de Múnich, ni de los franceses, con el PSG -vinculado a Qatar-, claramente posicionado junto a la FIFA y la UEFA.