La Generalitat permitirá a bares y restaurantes volver a ofrecer cenas en sus locales. Pero no lo hará hasta el lunes 10 de mayo, cuando previsiblemente habrá decaído el estado de alarma. Así lo ha acordado hoy el Procicat, con unos datos de incidencia de la epidemia que muestran la estabilización de los contagios. Cataluña no empeora, pero tampoco mejora sustancialmente, y en estas condiciones el Govern ha optado de nuevo por mantener las restricciones actuales.

Así, se mantiene la movilidad por toda la comunidad, la reapertura de los centros comerciales, restauración incluida, y la ampliación de los aforos en gimnasios y actos religiosos hasta el 50%. Pero sigue el toque de queda a las 22.00 horas y la prohibición de salir a cenar hasta el fin del estado de alarma.

Para el día después, el ejecutivo que preside Pere Aragonés prepara una reforma legal del Decreto Ley aprobado el pasado verano para imponer confinamientos perimetrales. El objetivo, mantener el toque de queda a las 23.00 una vez finalizado el estado de alarma. En la Generalitat están convencidos de que el toque de queda es una de las restricciones clave para impedir los contagios.

Quejas de restauradores y Ayuntamiento

El anuncio del Procicat, que este mediodía oficializará la consellera de Salud, Alba Vergés, es un nuevo jarro de agua fría a las esperanzas tanto de restauradores como del Ayuntamiento de Barcelona, que había abogado por la reapertura para las cenas.

"Estamos en un punto en que nos podemos plantear la apertura de la tarde y primera hora de la noche", ha asegurado esta semana el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle. El regidor defendía que la hora de cierre podría ser a las 22.30 o las 23.00 horas de la noche.

El gremio de restauradores, por su parte, mantuvo el miércoles una reunión con el Govern en la que exigió de nuevo que, a partir del próximo lunes 3 de mayo, se permita el consumo en la restauración durante la tarde y la noche, y que la apertura se alargue hasta medianoche tras el fin del estado de alarma. El director del Gremi, Roger Pallarols, aseguraba tras el encuentro que "parece" que el Govern se sienta cómodo con restricciones.