España

LA ESPAÑA CENTRÍFUGA (III)

Sobre las cenizas de la revolución cantonal: “Nos sentimos el culo del mundo”

La ciudad de Cartagena reclama ser provincia en una Región de Murcia con cambio de cara. "Comunidad del Sureste" es una de las propuestas

Varias personas en la Playa de Levante, en la Manga del Mar Menor, en Cartagena EP

Dicen aquí que a cada sujeto hay que llamarlo por su nombre. No se confunda el lector: unos son “los barrigas verdes” y, otros, “los aladroques”. Los primeros comen verde, son del interior y viven en la ciudad de Murcia y sus huertas. Los segundos habitan, en cambio, Cartagena, a orillas del mar de donde también proceden "los aladroques", los boquerones que les ceden el apodo. Los cartageneros -ciudadanos, a su pesar, de una región llamada como sus vecinos del norte- reivindican su pasado como provincia e incluso su breve episodio cantonal y enumeran décadas de supuestos agravios para revolucionar el mapa de la comunidad autónoma y convertirse en la quincuagésima primera provincia de España.

“Cartagena ha perdido todas las batallas, una tras otra, desde el traslado del arzobispado a Murcia. Perdió en la sublevación cantonal y fue una de las últimas plazas en caer durante la II República, lo que tuvo también sus consecuencias económicas durante el franquismo. Le ha salido cruz más veces que cara”, señala a El Independiente Antonio García, presidente de “2es+”, la plataforma que desde su fundación en 2003 reclama la restitución de la provincia de Cartagena y la conversión de la Región de Murcia en una comunidad biprovincial. “Es un movimiento que no deja de sumar adeptos”, avisa.

Es una propuesta innovadora para resolver importantes problemas de la región

Antonio García, presidente de la plataforma “2es+”

“No es una reclamación pasional, romántica y casposa. Todo lo contrario. Es una propuesta innovadora para resolver problemas muy importantes como la mala distribución de los presupuestos autonómicos, el mal encaje de Cartagena en la región o el poco peso específico de esta comunidad en España”, explica García. En la tierra donde “atranque” significa “pelea”, un litigio lleva siglos enconado, sin visos de resolución. La ciudad portuaria fue declarada oficialmente provincia en 1799 junto a un puñado de provincias de nuevo cuño, como Alicante, Cádiz, Málaga, Oviedo y Santander. A diferencia del resto, la demarcación cartagenera se extinguió seis años después. El mapa trazado en 1833 por Javier de Burgos le asestó el último golpe, con el Reino de Murcia compuesto por Albacete y Murcia.

'Cartagenerismo' político

“El apoyo a la provincia es muy mayoritario. Sería un remedio que llega un poco tarde”, replica a este diario Celestino García, secretario general del partido Cantonal, una formación histórica que llegó a gobernar el ayuntamiento de la ciudad a finales de la década de 1980. El nombre del partido recuerda aquella revolución cantonal que tuvo a Cartagena como epicentro, inicio y final de una rebelión que se prolongó entre julio de 1873 y enero de 1874. “En aquella revolución se pedía una federación más equilibrada frente al centralismo. Fue un movimiento que surgió con muchos idealismos y que acabó de una manera muy trágica para Cartagena porque la ciudad quedó bastante destruida”, evoca.

Ruta del Cantón con el cronista oficial de la ciudad Luis Miguel Pérez Adán

El Cantonal es hoy un partido sin representación consistorial, fagocitado por el surgimiento del Movimiento Ciudadano de Cartagena del que formó parte inicialmente. Unas siglas que fueron la principal opción de los cartageneros en los comicios de hace dos años, cosechando ocho de los 27 concejales. Un pacto de PP (7 concejales), PSOE (6) y Ciudadanos (2) les cerró el paso. El Comité Federal del PSOE acabó expulsando a los ediles, hoy refugiados en la bancada de los “no adscritos”. Desde junio, en virtud del turnismo de aquel pacto, la regidora es la popular Noelia Arroyo. “Posiblemente seamos unos visionarios y unos adelantados a nuestro tiempo”, desliza en conversación con este diario José López, líder del Movimiento Ciudadano.

López, dueño de una empresa cafetera, es un ex votante confeso del PP que hoy se reivindica como el rostro del “cartagenerismo”. Ya fue alcalde de la ciudad entre 2015 y 2017, aupado por un acuerdo con el PSOE y la sucursal local de Podemos. “Pensamos que se debe hacer una segunda descentralización de las comunidades autónomas a las provincias y de ahí a los ayuntamientos. En Murcia no se ha hecho porque somos uniprovinciales y padecemos el sometimiento a San Esteban, el palacio donde habita el presidente de la comunidad autónoma de la región”, arguye. Por si acaso, López rechaza cualquier tentación republicana. “En los Borbones no ha habido ninguno con más preparación que Felipe VI”.

La financiación regional, caballo de batalla

“Yo estoy a favor de preguntar a todo el mundo. Nadie nos preguntó a los cartageneros cuando hicieron el estatuto de autonomía si queríamos formar parte de la Región de Murcia porque Albacete salió corriendo, con razón. Se sentían igual que nosotros nos sentimos ahora, el culo del mundo”, agrega López, de verbo directo. En sus palabras no hay corsés. “Desde hace cuarenta años ésta es una comunidad 'uniciudad'. La ciudad de Murcia se viene quedando con el 70 por ciento del presupuesto cuando solo representa al 30 por ciento de la población. Se ha creado un monstruo, una localidad que es la cuarta o quinta más grande de España pero que está absolutamente inflada con méritos, dineros e instalaciones que en otra comunidad manejada por personas normales se habría repartido”.

El campo de Cartagena puede producir el 33 por ciento de la riqueza y el año que recibe un 3 o 4 por ciento de los presupuestos está bien servido

CELESTINO GARCÍA, SECRETARIO GENERAL DEL PARTIDO CANTONAL

La “pelúa” -“peseta”, en vocabulario cartagenero- es una de las aristas que alimentan las peticiones locales de un nuevo encaje. “Los presupuestos regionales se reparten de manera desequilibrada desde hace tres décadas. Hemos encargado estudios a varias universidades que analizan el gasto territorializado de la comunidad autónoma en términos per cápita. Un año sí y otro también, el  gasto en el municipio de Cartagena y la comarca es inferior a la media regional. La restitución de la provincia sería una muy buena oportunidad para asegurar que los presupuestos se distribuyen de una manera equilibrada”, expone Antonio García. Celestino recalca: “Ten en cuenta de que el campo de Cartagena puede producir el 33 por ciento de la riqueza y el año que recibe un 3 o 4 por ciento de los presupuestos está bien servido”.

Varias personas visitan el Teatro Romano de Cartagena

Reclamación histórica

La historia es, no obstante, otro de los componentes que nutren a los defensores de la biprovincialidad. “La historia que se justifica en el preámbulo del Estatuto de Autonomía de la región no es la de Murcia sino la de Cartagena, una ciudad con más de 3.000 años. La Provincia Carthaginense, creada por el emperador Diocleciano en el año 280, llegaba hasta Santander. Cartagena ha sido provincia mucho antes de que tan siquiera existiera la ciudad de Murcia”, alega López. “No queremos que nos llamen por lo que no somos. Murciano es el gentilicio del que vive en la ciudad de Murcia. Un cartagenero no puede sentirse murciano. No se puede ser padre de mi padre”, aduce.

Los estudios demoscópicos realizados muestran un apoyo mayoritario a la opción de la provincia en la urbe cartaginesa, en torno al 80 por ciento, que se reduce en la comarca del campo de Cartagena hasta el 52 por ciento. “El principal obstáculo es la resistencia del gobierno regional a hacerlo. Realmente los partidos nacionales, ya sea PSOE o PP, tienen la central en Murcia. Es donde se confeccionan las listas cerradas. Sus miembros están muy condicionados a lo que diga la central”, argumenta Celestino García.

Uno de los voluntarios de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) durante una recogida de al menos 6.000 kilos de uva merseguera

“Los partidos nacionales intentan marear la perdiz. En el ayuntamiento hasta en tres ocasiones con gobiernos del PP se ha aprobado la provincia de Cartagena, con mayoría absoluta del pleno. Pero vivimos en un Estado de derecho sin derechos. Solo hace falta voluntad política”, denuncia López. La vía por la que Cartagena podría relacionarse de tú a tú con su rival Murcia obtuvo su último revés el pasado junio, cuando el Congreso de los Diputados debatió la reforma del Estatuto de Autonomía.

“Debería haber contemplado el protocolo legislativo por el cual se restituiría la provincia. Era la oportunidad sin tener que abrir el melón del mapa provincial a nivel nacional sino haciéndolo como una cuestión propia de la comunidad”, lamenta Antonio García cuya plataforma ha elaborado, con ayuda de expertos en derecho administrativo, la mudanza.

La provincia número 51

“Una provincia se puede formar si hay dos municipios contiguos que quieren forman parte de esa provincia”, detalla. “De este modo, dos municipios de los ocho de la actual comarca de Cartagena iniciarían el proceso por acuerdo de sus plenos municipales. Y, durante un tiempo que debe establecer el legislador, los municipios colindantes a esos dos que quieran formar parte de la provincia por acuerdo de sus plenos pueden adscribirse al proceso. Podrían iniciarlo, por ejemplo, Cartagena y La Unión, donde el apoyo popular es incluso superior a la primera. Finalizado el trámite, la asamblea regional elevaría a las cortes nacionales la propuesta de la restitución de la provincia”, esboza.

"No quiero pensar que mis vecinos no conocen lo que nos están haciendo, el daño que infligen permanentemente al resto de localidades de la comunidad. Decir que lo desconocen es lo mismo que decían los alemanes, que desconocían lo que hacían los nazis"

JOSÉ LÓPEZ, LÍDER DE MOVIMIENTO CIUDADANO DE CARTAGENA

Salvo al actual, Antonio García ha explicado el plan a todos los predecesores de Fernando López Miras al frente de la Región. “Los presidentes regionales lo han visto siempre bien pero todos insistían en que tendrían que convencer a ciertos lobbies”, rememora. Uno de los interrogantes que abriría esta ruta sería la denominación de la región. “Absoluta objeción a la actual”, aclara, por si hubiera dudas, López. “Después de tantos años y luchas entendemos que buscar un nombre neutro podría satisfacer a todo el mundo”, replica.

“Lo que sucede es que hay algunos que no quieren ni el nombre neutro, que quieren que todos seamos murcianos”, señala el líder de Movimiento Ciudadano.”He leído en algún medio que un murciano fue rescatado recientemente de unas rocas junto al faro de Cabo de Palos. Eso está en Cartagena. Murcia no tiene mar y, por tanto, no puede ser murciano el rescatado. Tenemos que comernos cosas así todos los días, incluso de los libros de texto de nuestros hijos. Dicen que Murcia fue puerto fluvial fenicio y romano. Es la potencialidad del ser que, antes de existir, ya era. Los romanos no llegaron a Murcia porque no existía. Nos invaden permanentemente. Nos usurpan la historia y la usan en su beneficio”, añade.

Un marinero realiza una fotografía al Buque de Investigación Oceanográfica (BIO) 'Hespérides' que atraca en el puerto de Cartagena

Comunidad del Sureste

Me niego a que se llame Región de Murcia. Un nombre geográfico es Sureste o Levante. El sol sale por aquí

josé lópez, líder de mc

López rescata algunos de los nombres que se han manejado desde hace años para volver a bautizar a la Región de Murcia. “Un nombre geográfico es sureste o Levante. El sol sale por aquí. Tal vez coger cualquiera de las identidades históricas o hacer un nombre común, como han hecho en otras partes de España. Ésta es la región con menor sentimiento autonómico. Aquí el jumillano es jumillano y español; el cartagenero o el lorquino, igual. Y a la mayoría nos tocan las narices que nos digan murcianos porque en el resto de España nos lo dicen como si fuéramos el nuevo Lepe”, comenta.

El empresario metido a político, que despierta adhesiones y antipatías a raudales, se muestra tajante, visceral. “No quiero pensar que mis vecinos no conocen lo que nos están haciendo, el daño que infligen permanentemente al resto de localidades de la comunidad. Decir que lo desconocen es lo mismo que decían los alemanes, que desconocían lo que hacían los nazis. A lo mejor es que no les interesaba saberlo”, arremete.

“Atranques” aparte, en la plataforma que lleva cerca de dos décadas reclamando que otra Murcia es posible avanzan que en septiembre una empresa demoscópica volverá a interrogar a los cartageneros. “Estamos seguros de que el respaldo a la restitución es cada vez mayor”, pronostica Antonio García. 238 años después de la rebelión cantonal, la llama de la rebeldía sigue ardiendo. “Es un episodio que se ha ninguneado con falsedades como que se usó una bandera turca o que los cantonales querían la independencia de España y sumarse a Estados Unidos. Todo mentiras”, resuelve el activista. “Yo sí estoy convencido de que es posible la provincia. Lo será cuando la razón se imponga a la miopía”, concluye.

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