En sustitución de Pedro Sánchez, de viaje a Estados Unidos para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas, ha sido la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, la que ha arrancado al sesión de control al gobierno de este miércoles. Y entre las acusaciones que ha lanzado contra la portavoz de los populares, Cuca Gamarra, es que los populares transmiten "energía negativa", además de "bronca y crispación".

Gamarra se interesaba por la coordinación de la política económica del Gobierno, en muy buena medida por las continuas discrepancias que mantiene con sus socios de gobierno, Unidas Podemos a cuenta de la subida de Salario Mínimo Interprofesional o de la contrarreforma laboral, que a juicio de la portavoz popular genera "inseguridad jurídica con un intervencionismo radical, ahuyenta la inversión y acaba recortando los derechos a los españoles como hizo Zapatero y apoyó el diputado Sánchez" en mayo de 2010.

Calviño ha defendido que el Gobierno lleva tres años "haciendo una política coherente basado en el equilibrio fiscal", frente a un PP que dedica ese tiempo a "atacarnos con el mismo tipo de argumentos. Dejen su actitud negativa y ayuden a la recuperación", les ha exhortado.

Una política económica que "genera confianza"

La política económica del Ejecutivo de Pedro Sánchez "es bien conocida y genera confianza en nuestros socios internacionales. No quieren que se sepa -ha agregado- que se oponen a todo y, lo último, abajar el precio de la energía". Según Calviño "hemos aprendido q1ue estamos en un momento incierto, que el futuro no está escrito y nos enfrentamos a retos muy importantes".

Ha sido en ese punto cuando ha acusado a los populares de general "bronca crispación y energía negativa", palabras que han sido respondidas con risas por parte de la bancada popular. Este es un Gobierno "que trabaja, responsable y respetuoso que se dedica con entrega a defender los intereses de España y de los españoles".