La convención itinerante del PP ha aterrizado este miércoles en Madrid tras haber pasado ya por Santiago y Valladolid. La tercera jornada de la cumbre popular ha tenido al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, como primer y único anfitrión en la capital en una cita que ha contado con la destacada ausencia de Isabel Díaz Ayuso, quien continúa hoy su gira por Estados Unidos y que no se incorporará a la comitiva del PP hasta el próximo sábado en Valencia, donde intervendrá en la mesa de presidentes autonómicos que el partido ha convocado en el Palau de les Arts.

En su discurso inicial, que ha servido de prólogo para presentar al primer invitado de la jornada, el ex presidente de la Comisión Europea y ex primer ministro portugués José Manuel Durao Barroso, Almeida ha reivindicado en presencia de Pablo Casado "el modelo Madrid", una referencia en la que ha aglutinado tanto el de la ciudad que él gestiona como el de la comunidad que preside Díaz Ayuso. Acto seguido, ha pronosticado que, cuando el jefe de la oposición llegue a Moncloa, las políticas de "libertad" que se están aplicando en la región se desplegarán también en el ámbito nacional.

Advertir sobre la amenaza de los "populismos" se está convirtiendo en la tónica general del congreso del PP. Esta alusión ha aparecido también en el discurso de José Luis Martínez-Almeida, que ha enarbolado el modelo del PP como mejor antídoto para combatirlos. Sin embargo, y a diferencia tanto de Mariano Rajoy como Alberto Núñez Feijóo, que alertaron de los populismos tanto "a derecha como a izquierda", el alcalde de Madrid sólo ha hecho una crítica velada a Podemos en su discurso, y no a Vox.

En concreto, el regidor madrileño ha lamentado que premisas como la crisis económica o la corrupción en su día fueron aprovechadas por "el populismo de extrema izquierda para entrar en las instituciones", en referencia al movimiento del 15-M y al nacimiento de la formación que presidía Pablo Iglesias. "La cohesión social que proponemos es determinante para que una sociedad crezca de forma más robusta y más sana", concluía.

Desde hace unos meses, Martínez-Almeida combina su rol de alcalde de Madrid con el de portavoz nacional del partido, y hoy ha hecho las veces de barón autonómico por la destacada ausencia de Isabel Díaz Ayuso. El regidor ha finalizado su discurso dando un contundente respaldo a Pablo Casado en su camino a Moncloa. "Por favor, presidente, gana las elecciones lo antes posible. Por España y por los españoles", zanjaba, con lo que se ha ganado una larga ovación de los presentes en el Auditorio Reina Sofía de Madrid.

Casado justifica la ausencia de Ayuso

Al margen de la aparición estelar de Esperanza Aguirre, que ha llegado al evento justo después de la mesa que presentaba Martínez-Almeida, los focos estaban puestos este miércoles en la participación del ex primer ministro francés, Nicolas Sarkozy, al que el PP mantuvo su invitación a acudir al evento pese a que el pasado mes de marzo fue condenado a tres años de prisión por corrupción.

Ante el ex primer ministro galo, Casado ha justificado la ausencia de Isabel Díaz Ayuso, y ha explicado que "la presidenta no ha podido venir porque tenía un viaje a Estados Unidos agendado desde hace un mes, pero te manda un saludo muy fuerte". Justo antes, el presidente del PP ha ensalzado la presencia al cónclave del PP tanto de Martínez-Almeida como de Esperanza Aguirre, así como de "todos los consejeros madrileños", en clara referencia a la imagen de unidad que los populares desean transmitir pese al terremoto que sacudió al partido hace semanas por el control del PP de Madrid.

Combatir el "populismo"

Pablo Casado ha presentado a Sarkozy como "un gran amigo de España" y ha puesto en valor su amplia trayectoria política nada más comenzar el debate sobre La sociedad abierta y sus enemigos, en la que le presidente del PP ha reafirmado su convicción de que el modelo que él defiende en España y Europa "fragua una alternativa" frente a "populismos", "nacionalismos" y "comunismos", tres modelos que "en estos momentos están gobernando España".

Por su parte, el ex presidente francés Nicolas Sarkozy no ha hecho más que dedicar halagos al presidente del PP, del que ha dicho que "hace once años ya supe que un día serías presidente". A Casado le ha recomendado no ser tibio en su discurso político, recordando que los populismos surgen porque "dicen lo que nosotros ya no decimos". "No hay que ser timoratos", apuntaba.