El 'espaldarazo' de Ayuso a Casado se recibió con satisfacción en la dirección nacional del partido, pero su mensaje escondía un regalo envenenado para Génova. Ayuso acabó con el 'run-run' que desde hacia meses recorría los pasillos del partido, descartándose a sí misma para liderar el PP y cerrando filas con el presidente. Ahora, en Sol esperan ser pagados con la misma moneda y que el equipo de Casado deponga las armas en la batalla por el control del PP de Madrid. "Ahora la pelota está en su tejado", zanjan en el entorno de Ayuso.

Casado y Ayuso han firmado la paz. Hicieron falta los focos de la convención nacional del partido para que ambos dirigentes acercasen posturas tras meses de reproches cruzados entre sus equipos. "Te quiero decir, Pablo, delante de tu mujer y de las personas que más te quieren, que tengo meridianamente claro cuál es mi sitio, y es Madrid", pronunció una Ayuso visiblemente emocionada. El discurso, según comentan en su entorno, lo escribió durante su estancia en Estados Unidos y lo repasó el mismo sábado en el AVE camino de Valencia. No lo compartió prácticamente con nadie. De hecho, en la dirección de Génova desconocían las palabras que iba a pronunciar Isabel Díaz Ayuso, y más de un miembro de la cúpula nacional del partido contuvo la respiración cuando la dirigente regional comenzó su alocución.

Con sus palabras, Ayuso dejó de ubicarse al lado de Casado para posicionarse tras la estela del presidente, consolidado como líder indiscutible del PP tras la convención nacional. Una vez depuestas las armas, en Sol ven ahora el inicio de un deshielo de las relaciones con Génova y una ventana de oportunidad para alcanzar un acuerdo entre ambos equipos para el PP de Madrid "que satisfaga a ambas partes". Como publicó El Independiente, la propuesta de Ayuso es la de ofrecer a Casado una lista de consenso para el congreso madrileño, pero la presidencia, insisten, es "irrenunciable" para ella.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso (i), y el líder del Partido Popular, Pablo Casado.

Así las cosas, el 'alto el fuego' entre el presidente del PP y la presidenta de la Comunidad de Madrid no resuelve la pugna interna por el control orgánico del partido en la región. En Génova insisten en que es un asunto que "no toca" porque el congreso madrileño no se celebrará hasta mayo o junio del próximo año, pero siguen sin descartar el impulso de una candidatura alternativa a la de Ayuso para evitar cortar de raíz la influencia de la dirección nacional en la organización territorial más importante e influyente de España. El PP de Madrid lleva desde 2018 controlado por una gestora que preside Pío García-Escudero, y de este órgano depende, entre otras funciones, la elección de compromisarios o la confección de las listas electorales de las próximas municipales.

Ayuso "no quiere más batallas"

El discurso de Ayuso durante la sexta jornada de la convención, que se celebró el sábado en la Ciudad de las Artes de Valencia como previa al gran acto del PP en la plaza de toros, suscitó cierto malestar entre algunos barones autonómicos que recelaban una vez más del exceso de protagonismo de la presidenta regional. "La mejor forma de calmar las aguas es no decir nada", reflexionaba tras el discurso de Ayuso. No es una sensación aislada. Diferentes dirigentes regionales apuntan a que el discurso de la presidenta regional no fue más que un alto el fuego táctico para allanar su camino hacia la presidencia del PP madrileño.

En el equipo de la dirigente quitan hierro a las críticas y se reafirman en la idea de que Ayuso "no quiere más batallas", por lo que tratará de desbloquear cuanto antes la cuestión de la presidencia del PP de Madrid. El sábado, aseguran, la presidenta sólo trató de "zanjar el asunto" de una vez por todas y mostrar un respaldo férreo a Pablo Casado en su camino hacia la Moncloa. "Si no hubiese dicho nada, la habrían criticado igual", sentencian.