El comisario José Manuel Villarejo, que se sienta en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional por liderar, presuntamente, una "red mafiosa policial", ha tomado la palabra durante el juicio del caso Tándem este martes como su propio abogado codefensor, irritando visiblemente a la presidenta del Tribunal que emitirá sentencia contra él, Ángela Murillo.

Antes de que comenzara el interrogatorio propiamente dicho a los acusados del juicio (más de una veintena) de las piezas Iron, Land y Pintor, el policía jubilado y su abogado, Antonio José Cabrera, trataron de apartar a los magistrados por "falta de apariencia de imparcialidad sobrevenida", que el Tribunal descartó.

Posteriormente, y poniéndose la toga de codefensor, Villarejo ejerció como abogado de la causa interrogando a una de las acusadas del despacho Herrero & Asociados, que en el pasado contrató sus servicios. La Fiscalía acusa a los miembros de dicho despacho de cohecho y revelación de secretos puesto que considera que escogieron a Villarejo y no a otro detective para espiar a un grupo de abogados que se había escindido de la empresa y había creado un nuevo gabinete por la información confidencial a la que podía acceder como policía en activo.

Una de las trabajadoras de Herrero & Asociados, María de los Ángeles Moreno, se ha negado a reconocer los hechos y asumir el relato de la Fiscalía, a diferencia de otros investigados de la pieza Iron del caso. Precisamente a ella fue a quien interrogó Villarejo como abogado de su propia defensa.

"El Tribunal lo interpretará como un reto"

En varias ocasiones durante su interrogatorio, la presidenta del Tribunal Murillo interrumpió a Villarejo para pedirle "vaya usted al fondo del asunto" o que hablara "más bajito, más bajito", contestándole el comisario investigado con evidente enfado: "Yo lo único que quiero es el mismo trato a esta defensa que a las demás", convirtiendo el interrogatorio en un enfrentamiento con la magistrada que emitirá sentencia contra él.

Precisamente uno de los motivos por los que tanto el comisario como su abogado pidieron la recusación del Tribunal fue porque no se le dejara participar como codefensor en todo el juicio. Según consideran algunas fuentes jurídicas presentes en la Sala, la decisión del ex agente se ha interpretado como una equivocación puesto que es fácil que el Tribunal lo interprete como un reto de un acusado, no de un abogado que ejerce la defensa.

Villarejo trata de anular la causa abierta contra él tras su detención en 2017 alegando que se trata de una investigación prospectiva y que los registros en los que se le requisó toda la información en la que se basa la Fiscalía para acusarle fueron ilegales. El Tribunal decidió celebrar el juicio y no resolver hasta la sentencia si existen motivos de nulidad de la instrucción seguida en el Juzgado Central 6.