La candidata de JxCat a la Generalitat, Laura Borràs.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), ha cerrado la instrucción del caso de presunta corrupción de la presidenta del Parlament, Laura Borràs, que se sitúa así a las puertas del juicio oral. El magistrado instructor de la sala civil y penal del TSJC ha trasladado esta decisión a las partes y da diez días al Ministerio Fiscal para que presente escrito de acusación o petición de archivo.
El instructor ve indicios suficientes de delito para abrir juicio oral contra la presidenta del Parlament. Señala en su auto que Borràs "abusó" de sus funciones como directora del ILC para conceder 18 contratos a Isaías Herrero con "resoluciones injustas" en las que no salvaguardaba el interés general. El total de contratos de programación informática adjudicados a Herrero sumaban un total de 259.283
Cuatro acusados
La causa afecta a Laura Borràs y otras tres personas más por los presuntos delitos de delito continuado de prevaricación administrativa, fraude administrativo, falsedad en documento mercantil y delito continuado de malversación de caudales públicos cuando la dirigente de JxCat era directora del Institut de les Lletres Catalanes (ILC).
El proceso investiga la presunta concesión a dedo de contratos del Instituto a un amigo personal de Borràs, al que la presidenta del Parlament habría beneficiado troceando contratos para evitar el concurso. En las comunicaciones intervenidas por la Guardia Civil durante la investigación Borràs llegaba a dar instrucciones a este colaborador sobre cómo debía presentar los contratos para ser validados por el ILC.
La investigación judicial de este caso ha seguido un tortuoso camino en los últimos años, a expensas de los cargos institucionales ocupados por Borràs. La investigación arrancó cuando la ex directora del Instituto fue elegida diputada en el Parlament por la lista de JxCat elaborada de forma casi unipersonal por Carles Puigdemont.
Largo proceso judicial
Un hecho que sirvió a Borràs para asegurar que la investigación en su contra era una maniobra política por su compromiso con la causa independentista. Borràs era entonces consejera de Cultura de la Generalitat, por lo que en su condición de aforada el caso fue asumido por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
Pero meses después Borràs asumió la candidatura de JxCat al Congreso. Cuando fue elegida diputada, de nuevo aforada, su paso pasó al Tribuna Supremo, previa votación del suplicatorio en las Cortes. Una votación que tensionó las relaciones entre ERC y JxCat, porque los republicanos no querían asumir como propia del independentismo la causa abierta por corrupción.
El pasado junio, con la instrucción prácticamente completada, el Supremo volvió a dar traslado del caso al TSJC, después de que Borràs concurriera a las elecciones autonómicas del 12F de 2021.
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