La responsable de Compras del Ayuntamiento de Madrid con quien trataron los empresarios investigados en el caso Mascarillas, Luis Medina y Alberto Luceño, ha declarado este viernes como testigo y ha asumido la responsabilidad de la gestión de los contratos por los que el consistorio pagó 11,9 millones de euros a la empresa Leno y por los que los dos mediadores españoles investigados se llevaron comisiones millonarias.

Collado ha contestado a las preguntas de las acusaciones populares y del propio Ayuntamiento como perjudicado y, de una forma vaga y confusa, según trasladan fuentes jurídicas presentes en la declaración, ha cargado con la responsabilidad de las gestiones con los empresarios afirmando que asumió tal papel porque es una persona voluntariosa.

La trabajadora del Ayuntamiento no ha respondido a la pregunta de por qué fue ella y no la empresa funeraria del Ayuntamiento -a la que se encargó ocuparse de la gestión de todos los contratos de provisión de material sanitario- quien se relacionó con Medina y Luceño. Tampoco ha aclarado por qué fueron ellos quienes impusieron los precios, incluido el de devolución de parte del dinero del contrato (4,5 millones de euros) por un material que el consistorio rechazó por no cumplir con las características ofrecidas.

Pensó que la estafa era de Leno

La testigo declaró hace meses ante la Fiscalía Anticorrupción, que presentó la querella contra Medina y Luceño pidiendo que se les investigara por estafa, blanqueo y falsedad documental por inflar, supuestamente, el precio del material en busca de un beneficio "exagerado e injustificado". En las dependencias del Ministerio Público afirmó haberse sentido estafada por ambos.

Ante el titular del Juzgado 47 de Madrid, Adolfo Carretero, Collado ha afirmado que si en aquél momento dijo que se sentía estafada se refería a que pensó que la empresa malasia que proporcionó el material, Leno, "nos había estafado a todos", en relación con los precios que puso a las mascarillas, los guantes y los test rápidos que se ofrecieron al Ayuntamiento.

Teléfono de Medina

En cuanto a la manera en que contactó con Luis Medina -sobre la que todavía quedan dudas y que ha sido el eje alrededor del que las acusaciones populares piden explicaciones en sus escritos de la causa puesto que ven un trato de favor a los empresarios- la testigo ha afirmado que Medina se dirigió al consistorio a través del correo que le proporcionaron de la coordinadora general de Alcaldía. A ella le habrían reenviado dicho correo que pasó antes por otro intermediario. Después, y viendo en uno de esos correos el contacto de Medina, fue ella quien le telefoneó, ha declarado.

La representante legal de la acusación popular Más Madrid le ha preguntado por qué trataba a Medina con tanta familiaridad, a juzgar por los correos intercambiados entre ambos que figuran en el sumario. La abogada ha puesto el ejemplo de uno en que el empresario la llamó "mamá". Collado ha contestado que trataba así a todas las personas con las que gestionó contratos.

Igual que ante los fiscales, la testigo ha afirmado que nunca pensó que los empresarios se llevarían unas comisiones tan altas (cinco millones de euros en el caso de Luceño y uno en el caso de Medina) como las que se han acreditado en la investigación.

Preguntada sobre por qué confió en estos intermediarios y no en otros para que proporcionaran el material requerido, ha contestado que tenían apariencia de fiabilidad al ser españoles y que el Ayuntamiento desechó otras ofertas porque percibió que ofrecían certificados falsos de intermediación.