Es el resultado de la precariedad. La hay de dos tipos, la grave y la profunda. En ambas hacer frente a los gastos básicos se hace difícil. Ni siquiera tener un empleo o una pensión es necesariamente un salvavidas para escapar de ella. En Euskadi más de 28.000 personas cuentan con trabajo o una pensión pero no les alcanza para las necesidades esenciales y deben recurrir a ayudas sociales. Sólo el año pasado, cerca del 40% de los perceptores de la llamada Renta de Garantía de Ingresos (RGI) se encontraban en esta situación, con ingresos pero insuficientes.

Los datos aportados por el Ejecutivo de Iñigo Urkullu muestran que de los 68.700 beneficiarios de la RGI el 45% se encontraban desempleados. En otros casi 15.000 casos se trataba de personas mayores que recibían algún tipo de pensión y en casi 14.000 de trabajadores con salarios o ingresos bajos que debían ser complementados con ayudas sociales.

Entre quienes reciben este tipo de ayudas económicas, que en muchos casos incluye también una prestación para el pago de la vivienda, los hombres son mayoritarios. Representan el 57% del total frente al 42 de mujeres.

El repaso por la radiografía de la que es la más antigua ayuda social del Estado, y en la que se inspiró el diseño del Ingreso Mínimo Vital (IMV), revela que son tantos los jóvenes como los más mayores los que se ven obligados a percibir este apoyo económico. Así, en la franja de edad situada entre los 16 y los 34 años se encuentran 11.200 perceptores, algo más de los son mayores de 65 años, que suman 10.600 personas.

Sólo un tercio es extranjero

El perfil también corrobora que los principales beneficiarios son los ciudadanos vascos, no los extranjeros. Tan sólo uno de cada tres perceptores es un ciudadano extranjero.

Una de las variables que más se valora es la situación en la que se encuentra el demandante en su unidad de convivencia. En la gran mayoría de los casos se trata de personas que viven solas, el 58% del total. En algunos casos tienen que hacer frente al sostenimiento de menores. De los 68.700 perceptores de RGI cerca de 40.000 tienen menores bajo su tutela.

En el caso del País Vasco beneficiarse de la RGI obliga a llevar a cabo de modo activo un proceso de búsqueda de trabajo para abandonar cuanto antes la situación de necesidad. De las decenas de miles de personas que reciben la ayuda casi un 40% del total suman entre 6 y 10 años en esta situación. En 12.655 casos incluso superan una década recibiendo la RGI.