"Apoyo sin fisuras ante el lawfare y la persecución política" proclamó la ejecutiva de Junts este martes tras el anuncio de apertura de juicio oral a Laura Borràs por el caso de presunta corrupción en la Institución de las Letras Catalanas. Una solemne declaración que chocará este jueves con la unanimidad del resto de los partidos, incluidos sus socios de ERC y la CUP, sobre la necesidad de aplicar el artículo 25.4 del reglamento del Parlament y suspenderla como diputada.

Tampoco cuenta con la unanimidad que proclama Junts entre sus propias filas. No todos en el partido comparten la negativa a dimitir de la presidenta del Parlament, que puede dejar al partido sin el segundo cargo institucional en Cataluña. Tampoco las consecuencias que su suspensión debe tener en la relación con ERC.

Por eso en Junts y Esquerra se esmeran por buscar un acuerdo que permita un control de daños ante la inminente suspensión del acta de diputada a Borràs. Un acuerdo que permita a JxCat seguir ostentando la presidencia y evite así consecuencias para la estabilidad del Govern.

Sustitución de Borràs

El problema, apuntan los republicanos, es que no tiene ninguna propuesta de JxCat sobre la mesa. Con el reglamento en la mano, la única opción para esquivar la renuncia de Borràs sería que sea Alba Vergés quien dimita como vicepresidenta primera. De este modo Junts podría elevar a ese cargo al candidato a sustituir a Borràs, por lo menos durante los meses que dure el juicio.

Tampoco está claro quien debería ocupar ese puesto. La otra representante del partido en la Mesa es Aurora Madaula, del círculo más próximo de Borràs. Pero fue una de las grandes derrotadas en el congreso de Junts. Mejor votación de las bases obtuvo la alcaldesa de Vic, Anna Erra, próxima al sector institucional que lidera Jordi Turull.

Lo que parece cada vez más lejano es la opción de una crisis de Govern. Los consejeros de Junts siempre han rechazado esa opción y defienden la necesidad de conservar esa presencia institucional. Ahora, ese rechazo se ha extendido a amplios sectores del partido, incluidos los antaño más críticos con ERC.

Un ejemplo lo daba el diputado y ex presidente de la Cambra, Joan Canadell, quien este miércoles rechazaba abiertamente la salida del Govern. Canadell señala, para argumentar esa negativa, que sin Junts en la Generalitat Esquerra seguiría gobernando casi tres años con el apoyo de socialistas y comunes "alargando la autonomía".

Manifestación de apoyo

Borràs sí contará con una demostración de apoyo en la calle. Su partido se ha sumado a la convocatoria del "grupo de apoyo a Laura Borràs" para concentrarse ante las puertas del Parlament. Una concentración de rechazo a la suspensión que votarán ERC y la CUP y que servirá para medir si Borràs conserva el apoyo popular del que siempre ha hecho bandera, que la convirtió en la mejor baza electoral para sustituir a Carles Puigdemont en las últimas elecciones autonómicas.

La convocatoria recoge el argumentario que la propia Borràs ha utilizado para defender su inocencia y la negativa a dimitir. Que se trata de un caso de persecución política más, similar a las causas judiciales abiertas contra los líderes del 1-O. Un argumento que ya no comparten sus socios de ERC y la CUP, por lo que la concentración será un barómetro directo de la popularidad de la presidenta de Junts.