El 'efecto Meloni' empieza a hacerse notar por Europa. La presidenta del partido Fratelli d'Italia (FdI) lidera la mayoría de los sondeos desde hace meses y aspira a convertirse en primera ministra de Italia -algo inédito en el país transalpino- encabezando el bloque de derecha junto a la Liga del exvicepresidente y titular de Interior Matteo Salvini, y el mermado Forza Italia del ex premier Silvio Berlusconi. Este posible escenario no pasa desapercibido en España, dado que su principal homólogo y socio español, Vox, es el tercer partido del Congreso de los Diputados y utiliza una hoja de ruta parecida a la de Meloni en su intento de entrar en La Moncloa a finales del próximo año.

Sin embargo, en este momento, la cúpula de Vox no estaría contemplando acudir a la campaña electoral para aupar a Giorgia Meloni en su carrera al Palacio de Chigi. Fuentes de la cúpula nacional de Vox han indicado a El Independiente que la dirección no ha abordado participar en algún acto político con la líder de la marca italiana más conservadora. Tampoco ha habido una propuesta firme por parte de FdI. Con todo, de producirse, indican las mismas fuentes, sería algo que se valoraría; y, de aceptarse, se comunicaría de manera pública posteriormente. Y es que el rédito de la candidata y de una victoria serían un punto a favor para Santiago Abascal.

Es factible que del ámbito de comunicación del partido italiano llegue una invitación para que Abascal y los suyos acudan antes del 25 de septiembre, cuando los italianos acudirán a las urnas. Especialmente, si se tiene en cuenta que la dirigente de Hermanos de Italia -traducción de las siglas en castellano- acudió a un mitin de Vox en la campaña de Macarena Olona para los comicios a la Junta de Andalucía. Fue el 12 de junio en Marbella, a una semana de que se celebrase la votación que dio la primera mayoría absoluta al PP de Juanma Moreno en la autonomía y frustró el intento de Olona de condicionar el nuevo Ejecutivo. Una intervención, la de la italiana, que pese a contar con el respaldo mayoritario de la formación 'verde', levantó ligeros resquemores entre algunas voces internas. Más en la opinión pública que no se enmarca dentro de las líneas de trabajo político de Vox.

Meloni participó en la campaña de Vox en Andalucía, en la 'cumbre de patriotas' de Madrid y en el acto 'Viva21' de Ifema en octubre del año pasado

La líder de FdI, con tono bronco, invitó a elegir entre "un sí o un no" a diversos planteamientos que sustentan los parámetros de la derecha radical europea, algo que también predica el expopular húngaro Viktor Orbán. "Sí a la familia natural, no a los lobbies LGTBI; sí a la identidad sexual, no a la ideología de género; sí a la cultura de la vida, no al abismo de la muerte; sí a la universalidad de la cruz, no a la violencia islamista; sí a fronteras seguras, no a la inmigración masiva; sí al trabajo de los ciudadanos, no a las grandes finanzas internacionales; y sí a la soberanía de los pueblos, no a los burócratas de Bruselas", reivindicó con intensidad Meloni frente al aplauso unánime de los asistentes al Auditorio del Parque de la Constitución marbellí.

Meloni ha pasado de rondar el 4% de intención de voto en 2018, a una horquilla de 20 a 25 puntos en los sondeos

Engancharse al 'efecto Meloni'

Una de las claves que han permitido a Meloni optar a liderar el país ha sido la de atravesar un proceso de 'moderación' para mostrarse más pragmática a los electores. El FdI es el heredero de facto del extinto Movimiento Social Italiano (MSI), una corriente posfascista que actuó hasta 1995. En sus juventudes militó la candidata, que, además, tiene el récord de ser la política electa más joven en entrar al parlamento y en ocupar un cargo ministerial, el de Juventud, concretamente. Fue en 2008 en el segundo gobierno de Berlusconi. Sucedió cuando ocupaba las listas de Alianza Nacional, sucesor del MSI y cuya base, en parte, impulsó Hermanos de Italia en 2012.

Con unas cifras electorales que van del 2 al 4,4% de respaldo en 2013 y 2018, respectivamente, desde mediados de 2021 Meloni ha conseguido posicionarse en las encuestas con una media de entre 20 y 25 puntos. Todo después de amoldar el discurso a partir del último congreso nacional de la formación el 1 de mayo en Milán. De tal forma, que ha conseguido el respaldo de moderados y de partidarios de derecha clásica. Ello, pese a la polémica causada con su discurso con Vox en Marbella.

La imagen de Meloni investida presidenta, incentivar su ya sólida relación con la marca española y adoptar ese itinerario moderado, podría potenciar al partido en horas bajas. La propia dirigente italiana aludía esa buena relación en una entrevista a El Periódico de España: "Con Vox tenemos una colaboración sólida. Tengo una profunda consideración y una amistad que me unen a Abascal, una persona cuya absoluta lealtad y claridad de posturas he aprendido a apreciar". Sobre todo, podría ayudar a allanar el camino a un pacto PP-Vox a nivel nacional tras la primera experiencia en Castilla y León -a falta de los comicios autonómicos de mayo-. El Partido Popular Europeo (PPE), por el momento, ha bendecido la coalición de derecha que integra Forza Italia con Meloni y Salvini, aunque hay preocupaciones internas.

Presidenta de la familia europea

Meloni ya ha tenido varios despachos con Abascal. En octubre del año pasado, la italiana protagonizó otra intervención en el evento que Vox celebró en el complejo Ifema de Madrid: Viva21. Allí el partido presentó la Agenda España en contraposición de la Agenda 2030, catalogada como "globalista" que guía la actuación de los principales gobiernos occidentales. Previamente, como presidenta de la familia europea, lideró la cumbre ECR-Eurolat entre el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ERC) y fuerzas de Latinoamérica.

Dichas celebraciones verán su segunda edición en Madrid. El Viva22 volverá a Ifema el 8 y 9 de octubre y acogerá el programa electoral para municipales, autonómicas y, previsiblemente, generales España decide. Los dos días posteriores, los partidos políticos que componen el ECR y que defienden ideas "anticomunistas" en América Latina llegarán a la capital.