Madrid será uno de los epicentros de la contienda de la izquierda en las elecciones locales y autonómicas de mayo del año que viene. Si por un lado, Pedro Sánchez está a la búsqueda de un perfil con el que poder presentar batalla al alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, a su izquierda todo son escaramuzas ante un escenario fragmentado, pero ante el cual Podemos quiere replicar un ofrecimiento de unidad de acción electoral a Más Madrid asumiendo un papel secundario, "subalterno", dicen.

Si nadie lo remedia, esa izquierda a la izquierda del PSOE puede ir más rota que nunca, incluso con el divorcio, en según qué territorios, entre Izquierda Unida y Podemos. Pero los morados sólo están al inicio de un largo proceso que culminará en Madrid con la propuesta de una alianza electoral con Mónica García, según ha podido saber El Independiente.

Los morados han optado por candidatos "cero aparato" en Madrid para facilitar el acuerdo

Si hace año y medio, la líder de la oposición a Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid rechazó ir de la mano con la "testosterona" de Pablo Iglesias ´-decisión exitosa saldada con el sorpasso al PSOE- esta vez tendrá que afinar más su negativa ante la ausencia de una figura tan distorsionadora como la del ex vicepresidente primero del Gobierno.

De hecho, Podemos ha optado para sus primarias regionales y al ayuntamiento de la capital de España por dos perfiles poco o nada orgánicos, "cero aparato", dicen las fuentes moradas consultadas. Son, para la Comunidad, la portavoz adjunta de la Asamblea Alejandra Jacinto, y para el consistorio, el ex atleta Roberto Sotomayor. Jacinto, aseguran, es "absolutamente pro confluyente. Es la persona de Podemos Madrid que más defiende que hay que intentar esa confluencia aunque Mónica diga que no".

Si Podemos "buscara confrontar y no llegar a un acuerdo pondría a dos personas del aparato de toda la vida o de la lista de Pablo de Vistalegre II". Pero la decisión de elegir a Jacinto y Sotomayor de cabezas de lista "no es tontería, porque demuestra a las claras que entendemos que seríamos subalternos" en esa lista de unidad, de modo que las primarias que van a celebrar les servirían tan solo para "determinar el orden de las personas que irían en la confluencia".

Podemos, que saca pecho de su proceso de primarias -"que Mónica García no convoca", apuntan- no materializará su propuesta, al menos, hasta concluir la consulta a la bases y proclamar sus candidatos, con un calendario que arrancará el 10 de octubre para culminar el 4 de noviembre. En todo caso aún hay tiempo para intentar una nueva confluencia.

Si no hay unidad de la izquierda en Madrid "es porque Mónica García no quiere planteárselo"

En definitiva, indican que si no hay unidad de la izquierda en Madrid es porque "Mónica García no quiere planteárselo". "Cuando pasaba esto con Podemos, Pablo (Iglesias) era Stalin", agregan con un punto de sorna. Si García les rechaza de nuevo como hizo ante el 4-M de 2021 y el proyecto de Yolanda Díaz, Sumar, no va a estar preparado para entonces "Podemos tiene dos caminos, presentarnos o no a las elecciones, pero el segundo no es una opción".

De hecho, los socialistas creen tener una ventana de oportunidad para recuperar la segunda posición electoral en la Comunidad si García rechaza confluir con Podemos. Entienden que dicha negativa le puede pasar factura a la líder de Más Madrid si se le ve como culpable de la división de la izquierda y, con ello, recuperar el PSOE parte del voto que huyó de Ángel Gabilondo para refugiarse en ella.

Lo cierto es que la experiencia de Andalucía dejó el shock a la izquierda y supuso una lección sobre lo que no había que hacer, aunque los enfrentamientos internos prosiguen a cara de perro y, de hecho, IU y Más País fulminaron el lunes de la semana pasada a la representante de Podemos en la mesa de la Asamblea andaluza.

«Nosotros no íbamos a repetir lo de Andalucía de ninguna de las maneras porque consideramos que Más Madrid es la fuerza alternativa, con una estructura sólida y estamos orgullosos de nuestro proyecto», dijo García tras la bofetada de las formaciones progresistas. Sin embargo, a diferencia de aquella batalla, Podemos no tiene intención, esta vez, de intentar imponer un cabeza de lista de sus filas. La figura de García resulta incontestable.