La reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza, se decidirá en el descuento. Las posturas enconadas entre los partidos de la coalición de Gobierno y sus socios, ERC y EH Bildu, apuntan a que no saldrá adelante. El punto caliente es la prohibición o no del uso de las pelotas de goma como material antidisturbios.

De no aprobarse el texto en la comisión de este martes, todos los cambios hechos durante las ponencias quedarán en agua de borrajas. El criterio de los letrados así lo estipula. Los trabajos para reformular la ley empezaron año y medio y se reactivaron a finales de 2022.

El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como Unidas Podemos prometieron en la última campaña electoral la "derogación" de la ley del PP. Las altas pretensiones fueron difuminándose y al final durante la legislatura se han ido quedando en una reforma.

En el bloque del 'sí' están el PSOE (13 votos), UP (4), el PNV (1). En frente tienen a PP (9), Vox (5), Ciudadanos (1), Junts (1) y UPN (1). 18 síes contra 17 noes, y para que salga se necesita mayoría simple. Por eso los votos de ERC y Bildu son decisivos. Ambos tienen, como mínimo, que abstenerse. Si uno de ellos se abstiene pero el otro vota 'no' habrá que esperar a la próxima legislatura para volver a intentarlo.

"Si no se hace alusión expresa a las pelotas de goma dicen que no tienen nada más que hablar", aluden fuentes socialistas consultadas en referencia a ERC. Los otros puntos que separan a los partidos en la ley mordaza son las faltas de respeto a los agentes de la autoridad, la desobediencia a estos mismos y las devoluciones en caliente en la frontera, algo avalado por el Tribunal Constitucional.

El 'partido morado' echa la culpa a los socialistas de forma clara y dura. Fuentes de Podemos muestran su "preocupación por la actitud del PSOE" respecto a la ley. "Su absoluta negativa a negociar los cuatro últimos puntos que faltan con los socios parlamentarios, aboca la derogación de esta ley al fracaso mañana mismo a primera hora de la mañana en comisión".

"Estamos hablando de uno de los mayores fracasos políticos de toda la legislatura y no hay excusa que valga", afirman a horas de comenzar la votación en el Congreso.

Los 'noes' de los socios

ERC ha anunciado este lunes en Barcelona que, si no hay cambios de última hora, votarán en contra de la reforma de la ley mordaza por "quedarse corta" y ser "demasiado poco ambiciosa", al no prohibir el uso de pelotas de goma, en palabras de la portavoz del partido Marta Vilalta.

Fuentes de EH Bildu apuntan que no se abstendrán si no se dan nuevos pasos para "desbloquear" la situación, pues consideran que las últimas enmiendas presentadas sobre los cuatro trabas que separan el acuerdo ya fueron rechazadas la semana pasada en una reunión.

"No quieren limitar, prohibir o sustituir las pelotas", señala a Efe un diputado, que deja claro que las propuestas son "literatura" y que los últimos retoques son solo "palabras", salvo en el caso de las faltas por desobediencia a la autoridad.

En lo relativo a las pelotas de goma, sobre la mesa de la Comisión de Interior existe una propuesta para incorporar en su exposición de motivos una "referencia" al material antidisturbios para elaborar protocolos para su uso más adelante y en el que participarían "expertos y organizaciones de la sociedad civil".

Un estudio que PSOE, UP y PNV proponen hacer en 12 meses para que después se desarrollen "protocolos específicos" que incluyen el uso del material antidisturbios y los "supuestos de limitación o prohibición de uso de cada material", así como los mecanismos para la identificación de los agentes que lo empleen.