Pere Aragonès ha relanzado hoy su propuesta de un pacto de claridad para celebrar un referéndum de independencia en Cataluña. Un pacto que Aragonès se propone consensuar con partidos y entidades civiles a lo largo de los próximos meses para ponerlo sobre la mesa del Gobierno a final de 2023, "sea quien sea" el inquilino de la Moncloa.

Aragonès ha reconocido que al final del proceso de deliberación que ha presentado este martes, el PSOE podría haber perdido el Gobierno en unas elecciones generales, pero considera que "el conflicto entre Cataluña y el Estado" debe abordarse ya. "Nuestras propuestas no se frenarán en función de quién esté en la Moncloa".

Ni Tsunami ni la Virgen del Rocío

El presidente catalán ha explicado su propuesta en una comparecencia en la que ha evitado cuestionar el polémico gag de TV3 sobre la Virgen del Rocío o la imputación de la secretaria general de su partido, Marta Rovira, como teórica organizadora de Tsunami Democràtic.

Aragonès ha expresado su "profundo respeto por el hecho religioso, que forma parte del conjunto de valores de las personas que profesan una fe" pero ha evitado contestar al presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que ha exigido disculpas a los responsables de la televisión autonómica.

"No entraré a alimentar una polémica que a estas alturas ya no es sobre hasta donde llega el humor sobre religión, sino que se ha trasladado a una dinámica política", ha zanjado el presidente catalán.

Tampoco ha querido valorar la imputación de Rovira, apuntando que todavía no se conoce el informe íntegro de la Guardia Civil que la señala como la máxima responsable de la organización. La Audiencia Nacional investiga quién está detrás de Tsunami como responsables dela invasión del Aeropuerto de El Prat, el bloqueo de la AP-7 en la frontera con Francia o los incidentes violentos tras la sentencia del procés.

Todos menos Vox

El president ha intentado fijar su de pacto de claridad como la gran apuesta para reabrir el debate sobre un referéndum de independencia. Lo hará convocando a todas las formaciones con representación en el Parlament menos Vox a una "mesa de partidos" tras las elecciones municipales. "Queremos hablar de soluciones" ha argumentado para explicar la exclusión de Vox.

Aragonès ha reconocido que es posible que no todos los partidos acudan a la llamada. "Veremos qué fuerzas políticas participan" ha apuntado. "Espero que todo el mundo vendrá con ánimo constructivo, yo llevaré mi propuesta, el acuerdo de claridad, que es inclusivo y permite participar de la definición del futuro de Cataluña".

Aragonès lanzó la propuesta del pacto de claridad a la canadiense el pasado septiembre, durante el debate de política general. Era su apuesta para superar el bloqueo en la negociación con el Gobierno de Pedro Sánchez. También el último intento de superar la crisis con Junts, intento que fue infructuoso, puesto que los de Carles Puigdemont abandonaron el Govern días después.

El presidente de la Generalitat se remitido así a la ley de claridad instada por la justicia canadiense ante las peticiones de independencia de Quebec para superar las exigencias de parte del independentismo de proclamar, ya la independencia.

55% a favor del sí

La ponencia política aprobada por ERC este diciembre fijaba el marco propuesto por los republicanos para el referéndum de independencia: Un acuerdo de claridad con el Gobierno que fije una participación mínima del 50% y un 55% a favor del sí para dar por bueno el resultado de la consulta e iniciar la secesión.

«Ahora toca abrir esta fase de la negociación que va a la raíz del conflicto político», anunció entonces la portavoz y vicesecretaria general del partido, Marta Vilalta, tras haber cerrado la reforma del Código Penal con el PSOE. Para ello, "proponemos en la ponencia no solo la defensa del instrumento, el referéndum, sino los criterios que podrían ayudar a acordar las condiciones del referéndum de independencia".

El referéndum debe ser "claramente pactado", advierten los republicanos, aunque la ponencia afirma que no renuncian a «ningún instrumento democrático para decidir el futuro colectivo» el eufemismo tradicionalmente utilizado para justificar acciones unilaterales como el referéndum del 1-O.