No habrá ningún cambio de postura respecto a Irene Montero y al veto que ha marcado la negociación entre el equipo designado por Yolanda Díaz y el de Ione Belarra, la secretaria general de Podemos: sigue quedando fuera de las candidaturas que Sumar presentará a lo largo del territorio nacional. Así lo ha perfilado la vicepresidenta segunda del Gobierno en público desde Luxemburgo este lunes, asegurando antes de un encuentro con otros ministros europeos de Trabajo, que este tipo de cuestiones carecen de "interés" social frente a "los problemas de la gente". Pero así también lo advierten en conversaciones a El Independiente fuentes integrantes de la plataforma magenta, que definen la postura reiterativa de Podemos para pedir la entrada de su ministra de Igualdad y secretaria de Acción en las listas como una maniobra de "desgaste innecesario". En todo caso, entienden que "en todo proceso electoral siempre hay juego sucio o manipulaciones", aunque sorprende que se haga desde dentro.

Esta estrategia de Podemos ha comenzado la semana dividida en dos frentes de presión, aunque ya asentados desde la semana pasada. En primer lugar, el interno. El viernes, después de conocer la voluntad de las bases moradas para permitir un pacto 'a ciegas', Belarra trasmitió a los afiliados vía carta que pugnaría por librar a Montero de cualquier veto, "una decisión injusta, además de un error político y electoral" para una persona que mediante sus competencias ministeriales, "ha llevado los avances feministas en nuestro país más lejos que nadie antes".

A este frente se añadió ayer Isa Serra, la portavoz nacional de los morados, instando a Díaz a "arreglar" la situación y dar cabida a la 'dos' del partido. Por otro lado, se ha unido un componente externo, y no es otro que el de Pablo Iglesias agitando el ambiente y acusando a Sumar de hacer el juego a "la mafia mediática" y con ello a la derecha.

A estos órdagos de Podemos, se unen otros dos. Internamente se destaca la ausencia de vetos por parte de los morados a figuras como Íñigo Errejón en el proceso negociador, quien salió del partido en enero de 2019 por diferencias con Iglesias y creó Más País para concurrir como candidato tras la repetición de generales ese año. "Algo que sí han hecho Más Madrid o Compromís", recalcan desde el partido. Se unen las referencias al rechazo de Díaz para no aceptar "primarias abiertas" en la elección de las listas, en vistas a la "capacidad de movilización" de las bases de Podemos recientemente. "Eso lo habría cambiado todo", consideran.

Podemos descarta abandonar la coalición con Sumar para acudir en solitario al 23-J, aunque lo ve formalmente posible"

Frente a ello, Sumar, que afirma estar ya en otro marco, pide atender a lo importante. En la plataforma creen que el camino pasa por abordar ya el planteamiento de la campaña y no dejarse condicionar por el ruido interno. Y es que en definitiva, la postura adoptada por Podemos carece de una base certera y lo que hace es "embarrar" un ya complicado escenario electoral con la desmovilización a la izquierda del PSOE como aliciente. Por eso, se evita profundizar en la cuestión vía silencios, con la intencionalidad de que se avance hacia un enfriamiento.

A última hora del lunes, en RTVE, el portavoz de campaña de Sumar Ernest Urtasun afirmaba que la tarea de elaborar las listas "no es un bonito momento para los partidos" y señalaba formaciones como el PSOE. "En nuestro caso ha sido mucho más complejo por tener que poner de acuerdo a 15 fuerzas políticas. Quiero ponerlo en valor, porque es para obtener los mejores resultados". Asimismo, Urtasun solo se refería a Montero indicando que entiende " que haya gente a la que le falte y otros a los que le falta Alberto Garzón. Pero esto va de cesiones y ahora estamos en otra fase, en la ofensiva de campaña porque tenemos un país que ganar".

Los de Belarra, en contraste, no quieren dejar de fomentar el asunto e instan a replantear el papel de Montero en el nuevo proyecto, pero no hacen referencias a condicionantes ajenos. Solo a la necesidad de contar con sus aportes políticos, algo que desde Sumar ya no ven aprovechables, especialmente tras la polémica de la ley del 'solo sí es sí', que ha dañado notablemente el crédito del Gobierno en este final de legislatura. En Podemos tampoco evocan a un escenario de posible ruptura de la coalición electoral y concurrencia en solitario, aunque, eso sí, "formalmente se puede hacer" hasta el próximo lunes, apuntan fuentes moradas, que aclaran que quieren seguir de aliados de Sumar. En definitiva, Podemos está jugando una carta de 'presión' mediática para que Díaz rectifique, acepte a Montero y pueda cruzar un puente que se le está haciendo eterno para ponerse a trabajar en el diseño de estrategia para el 23-J.

De cara a estas elecciones, este fin de semana y tras el pacto se han dado a conocer dos encuestas de GAD3 y SigmaDos. Frente a los resultados estimados en sus pasadas ediciones a lo largo de mayo, ambas aumenta levemente el impacto de Díaz con Podemos dentro. La primera pasa de asignar a morados 11-13 escaños y a magentas 9-11, a posicionarlos como cuarto grupo con 27-29 diputados. La segunda les pasa a dar conjuntamente de 32 a 33 parlamentarios. Esta es la representación con la que Unidas Podemos ha pilotado el grueso de la legislatura, aunque al PSOE de Sánchez se le avista con unos 17 escaños menos, lo que complica pactos.

Belarra hablará con Díaz próximamente

Aunque no se han producido conversaciones entre las líderes con anterioridad, según detallan fuentes de Podemos, hay un emplazamiento para que Belarra y Díaz conversen en las próximamente. "Lo va a haber [un diálogo], lo tiene que haber", aseguran desde el partido morado sin aclarar con rotundidad el asunto. En ese diálogo, se volverá a plantear el asunto. Y desde Podemos avisan. En el caso de que en Sumar se decida optar por una vía intermedia, como puede ser la de dar entrada a Montero en otra lista fuera de Madrid, con mayor dificultad para obtener representación, eso no será "aceptable". "Otra lista supondría que hay de nuevo un veto", aclaran esas fuentes. Y es que es una condición esencial incluirla por Madrid, donde, además, hay más garantías de obtención de escaño.

Mientras que en Podemos ven esa conversación como una nueva fase de negociación, en Sumar únicamente la consideran como un trámite más a raíz del acuerdo ya rubricado. Es decir, solo esperan que en Podemos, ya con los puestos asignados en las candidaturas, trasladen y confirmen los nombres ya puestos sobre la mesa previamente. Es algo que deben hacer los morados para enviar a la Junta Electoral Central de manera previa o el mismo día 19 de junio las candidaturas cerradas.

Los principales puestos concedidos a Podemos, y que además limitan un acuerdo de mínimos sobre Montero, de haberlo, son el quinto a Belarra por Madrid, y el cuarto a la secretaria de Organización de Podemos y de Derechos Sociales en el Ministerio Lilith Verstrynge. Y otros seis cabezas de lista: Javier Sánchez Serna por Murcia; Idoia Villanueva por Navarra; Noemi Santana por Las Palmas; Pilar Garrido por Gipuzkoa; Rodrigo Uriarte por Álava, y la exdiputada Martina Velarde por Granada. Lugares donde se estima garantía de representación para Podemos en comparación con 2019 y frente a provincias pequeñas y dominadas por el bipartidismo.

La lista más cotizada, la de Madrid, empieza a delimitarse. De siete puestos relevantes, de acuerdo con los anteriores resultados de la izquierda a la izquierda del PSOE, Díaz ocupará el 'uno'. Le seguirá de 'dos' Agustín Santos Maraver, embajador de España en la ONU, haciendo valer Díaz sus pretensiones de figuras independientes y profesionalizadas, como ya publicó este medio frente a Más Madrid. De 'tres' la cuota madrileña sí ha conseguido imponer a Tesh Sidi, a quien continuará como 'cuatro' Errejón. Belarra irá de 'cinco', y en el aire quedan Pablo Bustinduy como interno de Sumar y Enrique Santiago, que podría optar por encabezar una de las listas en Andalucía.