Alberto Núñez Feijóo ha rectificado sus afirmaciones en el programa "La hora de l 1" de TVE en el sentido de que su partido siempre revalorizó las pensiones conforme el IPC mientras que el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero las congeló en mayo de 2010. El error de esta afirmación reside en que si bien los populares revalorizaron las pensiones, no lo hicieron conforme al IPC sino un 0,25 por ciento, lo que en algunos años supuso una pérdida de poder adquisitivo para los jubilados y, en otros, una subida por encima del coste de la vida al haber IPCs negativos o más bajos del 0.25.

Así, tras un tenso 'cara a cara' con la periodista Silvia Intxaurrondo -con la que se ha retado a confirmar los datos y rectificar llegado el caso- el líder del PP ha escrito en su cuenta de Twitter que "como comprometí, aclaro: Reitero que el @ppopular nunca congeló las pensiones y el PSOE sí, con el voto de Sánchez. El PP subió las pensiones cada año y el PSOE no. Hasta cuando lo fácil era congelarlas como lo hizo el PSOE, también las subimos".

Y añade en esa misma red social que "no me importa aclarar cualquier afirmación si ha sido inexacta, al contrario de Sánchez, cuya arrogancia nunca se lo permitiría. Seguimos esperando a que desmienta todas sus mentiras en el debate, como la de que el PSOE no congeló las pensiones". En todo caso, en el entorno de Feijóo justifican que el candidato quería defender que, a diferencia del PSOE, el PP nunca las congeló y creen que la periodista "no ha sido lo suficientemente clara" a la hora de vincularlas con el IPC.

Por otro lado y acompañado por los dirigentes que conforman la candidatura madrileña, Feijóo ha elegido el Faro de la Moncloa, -un mirador próximo a la sede de la presidencia del Gobierno-, para ofrecer unos nuevos pactos de la Moncloa y, al tiempo lanzar un mensaje a Vox. Ha sido cuando ha afirmado que "quien pretenda imponerme algo, se equivocará; quien crea que me puede imponer cualquier cosa, que se olvide. Me lo impiden mis compromisos y el pueblo que me vota".

En este sentido, ha marcado algunas de sus líneas rojas si se convierte en el nuevo jefe del Ejecutivo en sustitución de Pedro Sánchez. Ha asegurado que "no voy a tolerar ataques a la unidad nacional ni a la España de las autonomías" y, por otro lado que "no seré herén de ningún partido, ni siquiera del mío", en definitiva, "no voy a contradecir mis principios por nada".

Feijóo lanza una advertencia a Vox: "No seré rehén de ningún partido, ni siquiera del mío"

Sentadas esas bases y adoptando un tono institucional, ha puesto sobre la mesa un nuevo remedo de Pactos de la Moncloa "sin excusiones, ni vetos ni cordones sanitarios". A saber, un pacto institucional, "que mejore la calidad de nuestra democracia preservando la división e independencia de poderes"; otro por el estado del bienestar que garantice la viabilidad de la sanidad y calidad educativa; uno más por el saneamiento económico; otro para las familias y un quinto territorial para fortalecer la España de las autonomías con diálogo multilateral.

"Quiero ser el presidente de todos los españoles y me propongo restaurar el espíritu de la Moncloa que alumbró el mejor momento y más feliz de nuestra democracia con libertad sin ira. España está en otra encrucijada crucial y tiene ante sí el reto de deshacer trincheras, de trazar un camino de progreso y de bienestar común". España, dice el candidato popular "apuesta por el cambio, pero no vale cualquiera, no el abrupto, ni con deseos de revancha ni atropellado, un cambio sin ira. No busco venganza ni escarmiento".

Además, ha recordado a cinco días de las elecciones que "estamos cerca del palacio de la Moncloa, pero no estamos dentro; podemos llegar pero todavía no lo hemos. Quien está todavía en Moncloa es el señor Sánchez, Ni cerca es dentro, ni poder es conseguir, pero tenemos al alcance nuestro objetivo", ha insistido.

"Ahora quedan pocos días para terminar la campaña y en nuestra mano está lograr que ningún voto se quede en casa o vaya a opciones que no van a conseguir escaño". Por ello pide a los suyos "un esfuerzo final. El PP quiere ser el instrumento principal de ese cambio, por eso pido un mandato claro y rotundo". Feijóo dice buscar lo que ha llamado "la gran mayoría", pero "no para practicar una política autoritaria sino de acuerdos. Quien tenga pretensiones de sumarse, contará conmigo, bajo el único limite de respetar la voluntad mayoritaria, la Constitución, la sensatez y los intereses generales".