Estaba programado en Valencia desde antes del arranque oficial de la campaña. Pero ahora, tras el bajón del cara a cara de Pedro Sánchez con Alberto Núñez Feijóo del pasado lunes en Atresmedia, el acto previsto para el sábado 15 de julio, justo en el ecuador, y protagonizado por el presidente del Gobierno, adquiere otro sentido. Porque la dirección quiere recobrar impulso con un mitin con "enfoque feminista", justo en una comunidad que pasa ya a las manos de PP y Vox, razón por la que el PSOE quiere activar al máximo el voto femenino, que siempre ha sido capital en la estructura de su electorado. Así, las protagonistas de uno de los actos centrales de la campaña socialista del 23-J serán las mujeres, según adelantan fuentes de Ferraz a este diario.

El jefe del Ejecutivo retoma este jueves su agenda de candidato, a su vuelta de la cumbre de la OTAN en Vilna (Lituania) que le ha consumido dos días. A primera hora es entrevistado por la SER, en Hoy por hoy, por Àngels Barceló, y por la tarde mitinea en Santander con el líder autonómico y exvicepresidente regional, Pablo Zuloaga, y el cabeza de cartel por Cantabria y miembro de la ejecutiva federal, Pedro Casares, además de la candidata al Senado y responsable de Organización de la federación, Noelia Cobo.

Sánchez recupera su agenda de candidato este jueves con un acto en Cantabria, donde aspira a conseguir el segundo escaño, que ahora 'libera' el PRC de Revilla

Un mitin, el de Santander, con el que no se contaba en la planificación inicial pero que se ha intercalado porque los socialistas aspiran a hacerse con un segundo escaño por Cantabria en el Congreso, aprovechando que en las generales no se presenta, a diferencia de lo que ocurrió en 2019, el PRC de Miguel Ángel Revilla. Hace cuatro años, el PP consiguió dos actas, y las otras se las repartieron el PSOE, el PRC y Vox, con un representante cada uno. La encuesta (controvertida, como todas) del CIS pronostica dos diputados para el PP, otros dos para el PSOE y un último en disputa entre la ultraderecha y Sumar. El partido confía en poder completar el aforo, de unas 2.000 personas.

El viernes 14, Sánchez lo tenía en principio reservado para el debate a cuatro de Prisa, en El País y la SER, pero finalmente la renuncia de Santiago Abascal, sumada a la negativa inicial de Feijóo, hizo que el grupo cancelara el choque. Por ahora, Ferraz no ha rellenado la agenda del líder.

El ecuador de campaña estará ocupado por los dos actos más importantes de Sánchez en su limitado tour por España de cara al 23-J. En Valencia el sábado y en Barcelona el domingo. La presencia del presidente sobre el terreno será muy pequeña, ya que el comité electoral ha priorizado su exposición en medios de comunicación, ya que entiende que el impacto es mayor, aunque obviamente pesa el desánimo de las bases y de los cuadros tras el inesperado batacazo del 28-M.

Empieza ahora el debate de investidura de Mazón, el primer barón que cerró un pacto con los ultras tras el 28-M, y cuyo vicepresidente y 'conseller' de Cultura es el torero Vicente Barrera

En Valencia, Ferraz está preparando un mitin "con mayoría de mujeres para denunciar y visibilizar qué son los gobiernos de PP-Vox y cómo afectan a las políticas de género, sobre todo a la violencia machista". A falta de que se cierren más detalles, está prevista la intervención, además de Sánchez, del hasta ahora president de la Generalitat, Ximo Puig, y de la cabeza de cartel por Valencia, Diana Morant, ministra de Ciencia. El líder tiene la oportunidad de visualizar el feminismo "integrador" por el que ha apostado, frente al más excluyente que atribuye a la titular de Igualdad, Irene Montero.

No es casual la elección del espacio y del momento. Este jueves arranca el debate de investidura del popular Carlos Mazón como nuevo president de la Generalitat, en sustitución de Puig. Él fue el primero que cerró un Ejecutivo de coalición con la ultraderecha tras las autonómicas del 28-M. El PP se avino a hablar de "violencia intrafamiliar", expresión favorita de una extrema derecha que considera que no existe la violencia de género. Mazón tendrá como vicepresidente al torero Vicente Barrera, que se encargará también de Cultura. Vox gestionará igualmente Agricultura y Justicia, una cartera que tiene importantes competencias en la protección de las víctimas por violencia machista. Este jueves también arranca la sesión de investidura que hará a María Guardiola presidenta de Extremadura con los votos de Vox, al que prometió no meter en su Ejecutivo. La extrema derecha, allí, ocupará la cartera de Gestión Forestal y Medio Rural. Guardiola desplazará al socialista Guillermo Fernández Vara, que ganó los comicios del 28-M aunque empató en escaños (28) con ella.

Violencia "intrafamiliar", no "machista" para Vox

El PP se congratuló de que gracias a su presión había logrado sacar del Govern valenciano al cabeza de lista de Vox en las autonómicas, Carlos Flores Juberías, condenado por maltrato a su exmujer en 2002. Flores es ahora candidato al Congreso el 23-J y de él dijo Feijóo que tuvo un "divorcio duro", palabras que el PSOE denunció porque juzgaba que eran una "justificación" del líder del PP de la violencia machista. El de la Comunidad Valenciana fue el primer pacto autonómico entre las dos fuerzas tras el 28-M, pero ambas ya firmaron acuerdos de coalición en unos 140 ayuntamientos y también gobernarán juntas en Extremadura, pese a que allí el PSOE fue la lista más votada en las regionales. El hilo conductor de muchos de estos acuerdos es la elusión de la violencia machista y su reemplazo por la violencia intrafamiliar.

En Ferraz señalan que las heridas del 'sí es sí' se han suturado porque el "error" se corrigió, mientras que la violencia machista "no exista" en CCAA y municipios gobernados por PP y Vox "es algo de hoy"

El "retroceso" de los derechos de las mujeres es, por tanto, uno de los motores del mitin socialista del sábado, que se ha llenado, por tanto, de un contenido específico. Porque las mujeres siempre han nutrido de votos tradicionalmente al PSOE. El PSOE entiende que las heridas de la ley del sí es sí, que erosionó gravemente al partido, se han podido suturar porque ese "error" se corrigió y fue asumido "en primera persona" por el presidente, aunque la ministra de Igualdad, Irene Montero, sigue en su cargo. "Pero que la violencia de género no exista para los gobiernos de muchas comunidades y ayuntamientos es algo de hoy", esgrimen desde Ferraz. Sánchez ya dijo este miércoles desde Vilna que no va a corregir la columna vertebral de su campaña, que es la denuncia de los pactos PP-Vox, porque lo que se juega el 23-J no es la mera "alternancia", sino si España "continúa avanzando" o bien "retrocede".

El domingo, Sánchez se desplazará a Barcelona. El partido espera un muy buen resultado en Cataluña en las generales, y sería lo esperable dado que los socialistas ganaron con holgura las municipales del 28-M y ahora gobiernan la ciudad condal. El CEO, el CIS catalán, pronosticaba entre 16 y 18 diputados en la comunidad, por los 12 que consiguió el PSC hace cuatro años. Cataluña, sin embargo, no será suficiente para compensar la previsible bajada del partido en su granero histórico, en Andalucía. Allí el PSOE obtuvo en 2019 25 escaños, por los 15 del PP, que ahora espera duplicar su número de representantes.

Sánchez no tiene previsto hacer parada en Andalucía a lo largo de esta campaña, según indican desde Ferraz. Al menos, por ahora. En la dirección regional recuerdan que el presidente abrió allí la precampaña, en Dos Hermanas (Sevilla), y que además José Luis Rodríguez Zapatero, que es el protagonista de la caravana b del PSOE, está este jueves en Granada y Jaén y el 21, el día del cierre de campaña, en Cádiz y Sevilla. El presidente sí podría incluir un mitin en Lugo la semana próxima, porque ahí se juega conseguir un segundo escaño y evitar un 3-1 a favor del PP. Echará el telón el próximo viernes en Madrid, en Fuenlabrada, feudo del partido desde la Transición que sigue en sus manos con mayoría absoluta.

Falta por agendar un acto en Lugo y por ahora no está previsto que Sánchez haga parada en Andalucía, donde se prevé una bajada. El líder sí estará el domingo en Barcelona

No hay muchos más días disponibles para mítines. El lunes 17 y el martes 18 estará en Bruselas, en la cumbre de la UE y la CELAC, y el miércoles 19 el acto central de la jornada será el debate a tres, con Yolanda Díaz y Santiago Abascal (y sin el jefe del PP) en RTVE. La programación del PSOE es que los 10 días que quedan de campaña se llenen con las entrevistas pendientes.

En las últimas horas, tras el fiasco del cara a cara, ha ido asomando un nuevo argumento contra Feijóo: sus "mentiras", las que le "inhabilitan" para ser jefe del Ejecutivo, según aseveró la número dos del PSOE y titular de Hacienda, María Jesús Montero. Pero no solo. El partido busca contraponer la integridad del presidente, sus "principios" y "convicciones", como él mismo dijo desde Vilna, con la "manipulación", las "falsedades" y la "maldad" del jefe de los populares. El PSOE quiere proyectar a Feijóo como un hombre falto de escrúpulos que no se merece alcanzar la Moncloa.

"Con independencia de los jefes"

Una construcción que cree posible por sus palabras de ayer en Murcia. Feijóo volvió a arrojar dudas sobre el voto por correo, al pedir a los carteros que, "con independencia de sus jefes", garanticen que las papeletas llegan en plazo, y se comprometió a pagarles las horas extra. Correos, la empresa pública que él mismo dirigió entre 2000 y 2003, se defendió en un comunicado asegurando que el proceso en España es "seguro y garantista" y que las horas extra ya están "presupuestadas" y los refuerzos de personal contratados. La compañía está dirigida desde hace cinco años por Juanma Serrano, exjefe de Gabinete de Sánchez.

Las acusaciones de pucherazo ya colonizaron la campaña del 28-M. Pero ahora Sánchez y su partido han salido al quite enseguida. "Nos merecemos un presidente que tenga principios y que nos diga la verdad", dice Batet

Vuelven así las dudas sobre el voto por correo, que ya colonizaron la última parte de la campaña del 28-M y que también dañaron al PSOE. Pero ahora Sánchez salió al quite enseguida. Desde Vilna, acusó a Feijóo de "socavar la confianza" de los ciudadanos en las instituciones. Y Ferraz recordaba que ya en 2006 el jefe de los populares ya dudaba de la victoria del PSdeG y del BNG en las autonómicas de 2005 y que les llevó a la Xunta.

"Hoy [por este miércoles] Feijóo ha traspasado tres líneas rojas en dirección populista, trumpista, cuestionando el sistema democrático y lo que es peor, poniendo en duda a los trabajadores de Correos —afirmó desde Barcelona la presidenta del Congreso y cabeza de lista del PSC por Barcelona, Meritxell Batet—. ¡Ya está bien, ya está bien! Los socialistas vamos a parar esta barbaridad porque España no se merece un presidente del Gobierno que ponga en cuestión el sistema democrático. Nos merecemos un presidente que nos respete a los ciudadanos, que tenga principios y que nos diga la verdad".

El PSOE sigue aún en horas bajas tras la depresión del cara a cara, pero confía en reconducir la campaña en los próximos días. Hay margen, apuntan desde la dirección, aunque cada vez es más estrecho: las urnas están ya más cerca.