Acuerdo cerrado. Las negociaciones para que el candidato del PP a la presidencia del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, sea investido presidente está cerrado, por lo que en las próximas semanas se pasará a un gobierno de coalición con Vox, según han indicado a El Independiente fuentes de los populares aragoneses. La intención de Azcón fue siempre la de un gobierno monocolor con un pacto programático con el partido de Santiago Abascal, pero la insistencia del partido de la derecha radical por entrar en ese ejecutivo llevó al PP a un callejón sin salida.

El partido de Santiago Abascal asumirá dos consejerías, una de ellas con rango de vicepresidencia. En este sentido, la consejería de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia, que será también vicepresidencia, estará liderada por Alejandro Nolasco, actual jefe regional de Vox en Aragón. La otra cartera que asumirá Vox será la de Agricultura y Ganadería, un puesto que todavía no tiene un nombre propio.

Por eso hacen de la necesidad virtud al afirmar los mismos medios consultados que "no nos podemos equivocar con el objetivo final, esto es, la constitución de un nuevo gobierno en Aragón presidido por el PP" y que no existía otra alternativa posible a la presidencia de Jorge Azcón. Ya el propio Azcón cambió su discurso hace unas semanas cuando dijo no descartar ningún escenario, tras intentar, y alcanzar, un acuerdo con el PAR y con Teruel Existe, que no exigía más que la abstención de Vox a su investidura.

Pero los de Abascal no se movieron del sitio y Teruel Existe dejó claro que no estaría en ningún acuerdo con este partido. Todavía no ha trascendido el contenido exacto de ese acuerdo de coalición, tanto en lo que se refiere al pacto programático como al reparto de cargos del gobierno autonómico, aunque lo previsible es que Vox tuviera una vicepresidencia y una o dos consejerías, que es mucho más de lo que sacaron en Extremadura, donde su presencia en el ejecutivo autonómico es casi testimonial a pesar de la enorme polvareda política y mediática que levantó ese acuerdo.

La excepción murciana

Aragón habría ido a elecciones de nuevo si el día 23 no hubiera habido un debate de investidura para elegir al sustituto del socialista Javier Lambán. Una cuenta atrás que ha metido presión, sin duda, a los negociadores. En lo que atañe al PP, sólo quedaría pendiente el Gobierno de Murcia, aunque, en su caso tienen margen hasta el 7 de septiembre tras la primera investidura fallida de Fernando López Miras.

De nada le ha servido al murciano haberse quedado a dos escaños de la mayoría absoluta y superar con mucho a la izquierda (21 escaños frente a 15) que Vox no se apea de su órdago de entrar en el ejecutivo, ni siquiera tras haberse convertido en la tercera fuerza política de la región tras haber ganado las elecciones generales en 2019, lo que constituye, sin duda, un fuerte que les debiera haber debilitado. El popular renovó su oferta poniendo sobre la mesa un senador por designación autonómica, un puesto en la mesa del Parlamento regional y una oferta programática renovada. O entran o elecciones.

Poco queda de esa aritmética variable que pretendía el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, compensando la coalición de gobierno en la Comunidad Valenciana con ejecutivos monocolor en Extremadura, Aragón y Murcia. Finalmente, todo apunta a que Vox se ha cobrado otra pieza a la espera de que vayan corriendo los plazos en Murcia.