El acuerdo al que han llegado PP y Vox de Aragón para un gobierno de coalición que supere la situación de bloqueo generado tras el 28-M estrecha el cerco en torno al murciano Fernando López Miras, el único de los barones populares ganador de las elecciones autonómicas que ya ha ido a una investidura fallida y no tiene visos de alcanzar un acuerdo con el partido de la ultraderecha, encastillado en su exigencia de compartir las tareas de gobierno.

Desde Murcia, fuentes del entorno de López Miras aseguran a El Independiente, estar más instalados en un escenario de repetición electoral que de un pacto forzado por el partido de Santiago Abascal. "Ellos no ceden", subrayan respecto a Vox a pesar de ser sólo dos los escaños que separan al barón autonómico de la mayoría absoluta. Tal es así, que "sólo necesitamos que no bloqueen la investidura", esto es, que se abstengan. Les basta a los populares con sus 21 escaños frente a los 15 de PSOE y Unidas Podemos para revalidar la presidencia de la Región de Murcia.

Si el 7 de septiembre no hay investidura, habrá elecciones el 25 de octubre

Los plazos corren. El 7 de septiembre entraría en funcionamiento el mecanismo automático de convocatoria de elecciones, a celebrar 54 días después, esto es, el 25 de octubre y vuelve a planear por la región la sombra potente de una nueva cita ante las urnas. Dicen las fuentes consultadas que "estamos donde el otro día", en alusión al pasado 25 de julio, cuando se ofreció a Vox un nuevo pacto programático, un senador por designación autonómica y un puesto en la mesa del parlamento tras quedarse fuera de la misma por falta de acuerdo. Pero Vox se negó siquiera a sentarse en la mesa negociadora. No conjuga más verbo que "gobernar".

Lo cierto es que, a diferencia del escenario extremeño, no es descartable que unas nuevas elecciones permitieran a López Miras alcanzar los dos escaños que le faltan para la mayoría absoluta. Las generales de este 23-J abrieron una ventana de oportunidad para el PP. Y es que Vox ha pasado de ganar las legislativas en la Región de Murcia hace cuatro años a quedar como tercera fuerza política, dejándose más de 6 puntos por el camino y 37.000 votos.

Y aunque fiar cualquier estrategia a una convocatoria electoral es un ejercicio de riesgo, "Vox está más debilitada que antes", arguyen. Otra cosa es armar un relato para que el electorado castigue a los de Abascal y no al PP por la repetición de los comicios si es que finalmente se llega a ese punto.

Sólo la balear Marga Prohens, ha conseguido un gobierno en solitario sin mayoría absoluta

De momento, sólo la balear Marga Prohens, ha conseguido un gobierno en solitario a pesar de depender también de la abstención numérica de Vox, al igual que López Miras. Una proeza, sin duda, a pesar de no haber conseguido mayoría absoluta. El escenario pintado por la dirección nacional de Génova de presentar los acuerdos con Vox como una excepción circunscrita a la Comunidad Valenciana, con Carlos Mazón de presidente, no se ha cumplido. Primero fue la extremeña María Guardiola, que pasó de desautorizar los principios del partido de Abascal por considerarlo machista y xenófobo, a aceptar integrarlos en el gobierno aunque con una única consejería de índole menor.

Luego ha venido el aragonés Jorge Azcón, quien en una estrategia diametralmente opuesta a la de su correligionaria, ha ido hablando con unos y con otros por debajo del radar de la prensa. Finalmente ha optado por ser posibilista y aceptar un "maridaje" con los de Vox, a falta todavía de concretarse, cosa que muy probablemente, hagan hoy.

Y sólo queda, por la parte del PP, el ejecutivo murciano. Quizá el territorio, después de Madrid y de La Rioja -otras dos comunidades donde se celebraron autonómicas el 28 de mayo- con los resultados más claros y contundentes, pero insuficientes para liberarse de la alargada sombra del partido de la derecha radical.