Desde una subvención fija para cada grupo parlamentario de 30.346,72 euros mensuales, así como mayor representación en los plenos o más margen para llevar iniciativas. Tener grupo propio en el Congreso no es tontería. Junts y ERC dependen del sí de Sánchez y del bloque progresista de la Mesa del Congreso que se constituyó el pasado jueves 17 de agosto para poder contar con un grupo propio.

El bloque independentista ha caído estas últimas elecciones generales a su peor resultado histórico desde el inicio del procés. Con un 27,1% de los votos, ERC, JxCat y la CUP no consiguieron igualar al PSC, que se llevó el 34,5% de los votos en Cataluña.

En el 23-J las formaciones independentistas han caído por debajo del millón de voto y han pasado de 23 escaños en total a 14 diputados, siete de ERC y siete de Junts, mientras que el PDECat y la CUP se han quedado sin representación.

Tras este duro batacazo, a pesar de tener más fuerza que nunca al depender el PSOE de sus votos para sacar adelante la investidura, ni ERC ni Junts cumplen las condiciones para tener grupo parlamentario propio, lo que implica que carecerán de más recursos económicos y políticos, así como mayor representación en los plenos, más margen para llevar iniciativas y doble subvención.

Ventajas de tener grupo propio

El Reglamento del Congreso señala que la cámara "pondrá a disposición de los Grupos Parlamentarios, locales y medios materiales suficientes y les asignará, con cargo a su Presupuesto, una subvención fija idéntica para todos y otra variable en función del número de Diputados de cada uno de ellos. Las cuantías se fijarán por la Mesa de la Cámara dentro de los límites de la correspondiente consignación presupuestaria".

La subvención fija para cada Grupo Parlamentario es de 30.346,72 euros mensuales. También cuentan con una subvención variable en función del número de diputados de cada uno de ellos de 1.746,16 euros mensuales por cada diputado.

Y no solo eso. Los partidos que formen parte de un grupo parlamentario también podrán contar con representación en todas las comisiones, tener un portavoz que asista a las Juntas, tener mayor tiempo de intervención en los debates, tener un cupo semanal en la sesión de Control o mayores posibilidades para llevar al pleno iniciativas legislativas. Los del grupo mixto, en cambio, tienen que repartirlo entre sus diputados.

Requisitos para formar los grupos

Hay una regla básica para conformar un grupo propio: obtener 15 diputados, de lo que carecen los partidos independentistas catalanes. Eso sí, hay una excepción. Tener cinco escaños y haber logrado el 15% de los votos en todas las circunscripciones en las que se presenta el partido o el 5% de los votos a nivel nacional. Aunque en este caso, a diferencia de EH Bildu y PNV, que a pesar de tener 6 y 5 diputados, sí que cumplen los requisitos, los catalanes se quedan a las puertas de poder conformar un grupo.

ERC y Junts han logrado siete escaños cada una en las generales, pero en ambos casos no superan el 15% de apoyos. En el caso de ERC, ha obtenido un 12,33% en Barcelona y un 14,74% en Girona. Por su parte, Junts ha conseguido 9,68% de apoyos en Barcelona y un 11,08% en Tarragona.

Pero aún les queda una última baza a los independentistas: la Mesa del Congreso. Desde ahí pueden conceder la posibilidad de que estos partidos eviten el grupo mixto. Esa era una de las razones por las que tanto a ERC como a Junts les convenía que el bloque de izquierdas tuviera mayoría en la Mesa. Tras la constitución de las Cortes, el bloque progresista ha conseguido el control de la Mesa. PSOE y Sumar logran cinco puestos, incluyendo la presidencia, frente a cuatro del PP, mientras Vox se ha quedado sin representación.

Los independentistas juegan con varios escenarios posibles. Por un lado, podrían incorporar al diputado del Bloque Nacionalista Galego (BNG), y con la suma de los 7 diputados de cada partido, se quedarían en 15 diputados, el número necesario para configurar un grupo. En este caso, sería decisión de Néstor Rego, diputado del BNG, quedarse durante toda la legislatura en ese grupo o pasarse al grupo mixto que compartiría con Coalición Canaria (CC) y Unión del pueblo navarro (UPN), los cuales cuentan con un diputado cada uno.

De no ser así, para evitar el grupo mixto, la única opción factible si el BNG se niega a prestarles su diputado, es que compartan grupo y que sea EH Bildu quien les ceda un diputado. Por tanto, será la Mesa del Congreso quien tenga la última palabra y decidirá si acepta las fórmulas de Junts y ERC, algo que el bloque progresista facilitará previsiblemente.