La Isla de Valdecañas resiste. La Junta de Extremadura deberá realizar la demolición de todo lo que se encuentra en estructura o no está terminado y en funcionamiento en el complejo turístico Marina Isla de Valdecañas, por lo que la gran parte de la urbanización de lujo que sí está construida permanecerá en pie.

El Tribunal Constitucional decidió frenar de forma cautelar el derribo de la Isla de Valdecañas, el complejo urbanístico ubicado en los términos municipales de El Gordo y Berrocalejo, en Cáceres, hasta adoptar una decisión definitiva sobre el fondo del asunto.

Ahora, la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJEX ha dictado un auto acuerda que se continúe la ejecución de los pronunciamientos que no han sido suspendidos por el Tribunal Constitucional. Así, ha recordado en su auto que la ejecución estaba suspendida por los recursos de casación que luego fueron inadmitidos por el Tribunal Supremo, según ha informado el TSJEX. Por todo ello, señala la Sala, "no estando suspendida el resto de la ejecución, procede continuar la misma".

El auto detalla que la Junta de Extremadura debe proceder a la demolición del segundo hotel planificado y el resto de las viviendas que se iban a construir. También las viviendas terminadas que sirven de oficina de la promotora y de piso piloto, salvo, en el caso de estas últimas, que por razones de colindancia pudieran afectar a la seguridad de otras viviendas.

Asimismo, se acuerda la revegetación de las plataformas existentes que no han sido urbanizadas, con la eliminación de estas plataformas y los residuos que aparecen en ellas; sin embargo, las 185 villas, el campo de golf de 18 hoyos, el hotel de cuatro estrellas, las piscinas, las pistas polideportivas, la playa artificial y el puerto deportivo que hacen de la Isla de Valdecañas un énclave único se mantendrán.

Las organizaciones conservacionistas Adenex y Ecologistas en Acción de Extremadura iniciaron hace más de quince años un proceso administrativo y judicial en contra de la urbanización Marina Isla de Valdecañas, al considerar que había sido levantada en una zona Red Natura 2000, "un espacio teóricamente protegido y no urbanizable".

Desde entonces, sobre el complejo turístico, ubicado en los términos municipales de El Gordo y Berrocalejo (Cáceres), pesan ya varias sentencias judiciales, que declaran la nulidad del Proyecto de Interés Regional (PIR) aprobado por la Junta en 2007 y que permitió la recalificación de los terrenos para la construcción.

Estas sentencias obligan al Ejecutivo extremeño a demoler lo construido y a restituir los terrenos a su estado original, aunque su ejecución está suspendida por varios recursos.