Tan solo quedan unos días para que la caza vuelva al Parque Nacional de Monfragüe. La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola (PP) anunció el pasado 17 de septiembre que la práctica cinegética se permitiría en el parque a partir de octubre con intención de controlar la sobrepoblación de ciervos y jabalíes. La decisión de la Junta, gobernada por el PP y Vox, no se la han tomado especialmente bien los ecologistas. Tampoco la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, quien echó en cara a Guardiola que "la ley prohíbe la actividad cinegética en parques nacionales".

Lo cierto es que, aunque la ley prohíba esta práctica en los parques, hay algunas excepciones, como la necesidad de realizar un control poblacional, sin fines comerciales ni deportivos, que es lo que precisamente se hará en Monfragüe, en Cáceres, y se realizará también en el Parque Nacional de Cabañeros, entre Ciudad Real y Toledo.

El parque de Monfragüe, ubicado en Extremadura entre las ciudades de Plasencia, Trujillo y Cáceres, ocupa 18.400 hectáreas y fue declarado parque natural el 4 de abril de 1979. En 2003 fue reconocido como reserva de la biosfera por la Unesco y en 2007 alcanzó la categoría de Parque Nacional.

Como indican fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la Ley 30/2014 de Parques Nacionales, establece que la caza deportiva y comercial es una actividad incompatible en los Parques Nacionales. Aunque, como confirman las mismas fuentes, "si por motivos de conservación es necesario controlar una especie sobreabundante, como sucede con el ciervo y el jabalí en parques nacionales como los de Monfragüe o Cabañeros, se pueden utilizar herramientas cinegéticas para el citado control si se cumplen una serie de estrictas condiciones, pero nunca se podrá realizar la caza como actividad deportiva o como aprovechamiento".

El control de poblaciones de especies sobreabundantes se regula de manera general a partir de la directriz 3.2.2.g) del Plan Director de la Red, el cual indica que "si existen pruebas suficientes de que la proliferación de una especie causa daños significativos a otras especies, comunidades o valores reconocidos, se podrán aplicar actuaciones de control que en ningún caso implicarán la erradicación cuando se trate de especies nativas o autóctonas".

El parque está en serio peligro por los ciervos y los jabalíes. Por mucho que digan los ecologistas, estos animales tienen una alta densidad de población"

Federación Extremeña de Caza

Como aseguró la presidenta de la Junta de Extremadura durante su participación en la XII edición del Encuentro de Sociedades y Cazadores organizado por la Federación Extremeña de Caza en el marco de la Feria de la Caza, Pesca y Naturaleza Ibérica (FECIEX), su fin es conseguir "evitar los daños en la flora y la fauna y proteger al ganado de la zona de especies como el jabalí, que pueden transmitir la tuberculosis y provocar problemas importantes de salud pública" Según indicó, se realizarán batidas sin perros por las sociedades de cazadores locales de los municipios pertenecientes a Monfragüe, los cuales no tendrán ningún beneficio económico.

Se trata de una medida que responde a las exigencias de sectores de la caza y que apoyaron en mayo diferentes partidos políticos (PP, Vox, Ciudadanos y PSOE) a través de la campaña "La caza también vota" y que se recoge en el documento Responsabilidad Política por la Caza que impulsó la Federación Extremeña de Caza (FEDEXCAZA).

Mientras los sectores de la caza consideran necesaria esta medida, los ecologistas no creen que la situación sea tan grave en Monfragüe. Desde la Federación de Caza defienden que la medida es "absolutamente legal" y echan en cara que en el Parque Nacional de Cabañeros "nadie lo cuestiona". Este está gestionado por el Gobierno de España y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, mientras el de Extremadura está transferido a la comunidad.

"Cabañeros -gobernado por el socialista EmilianoGarcía-Page- ha autorizado matar 4.000 ciervos a través de monterías y batidas con perros y cazadores de cualquier lado, es decir, a lo bruto, y ahí nadie criticó nada", apunta el presidente de la Federación Extremeña de Caza. "Lo que más nos preocupa a nosotros precisamente es la conservación de ese ecosistema que se había protegido. El parque está en serio peligro por los ciervos y los jabalíes. Por mucho que digan los ecologistas, estos animales tienen una alta densidad de población, en expansión por toda España. Pone en riesgo la campaña ganadera y pueden contagiar enfermedades", añade.

Casos de tuberculosis entre jabalíes y ciervos

Según los datos que ha ofrecido la Federación de Caza a El Independiente, de las 25 muestras de ciervos y jabalíes en el primer trimestre, el 89,9% tenían tuberculosis, y en el tercero, de las 41 muestras, lo tenían el 70,2%. Por su parte, aunque el director general de Sostenibilidad de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible en Extremadura, Germán Puebla Ovando, reconoce que hay casos de tuberculosis, prefiere no compartir los datos que tiene la administración y esperarse a presentarlas en el patronato.

En Monfragüe ni se caza ni se va a cazar. Es un tema puramente terminológico, una forma de hablar. Vamos a realizar controles poblacionales para que el parque no se perjudique, es tan fácil como eso"

director general de Sostenibilidad de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible en Extremadura

Según el Informe de seguimiento de controles poblacionales en fincas públicas del parque nacional de Monfragüe de la temporada 2021-2022, al que ha tenido acceso El Independiente, de las 1061 capturas previstas en el programa de acción selectiva, capturaron 184 ciervos y 230 jabalíes, es decir, 414 de las 1061 previstas. El porcentaje de ejecución sobre las capturas previstas fue del 32,80% en los ciervos y 46% en los jabalíes.

El director general de Sostenibilidad de la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible en Extremadura, Germán Puebla Ovando, cuenta a El Independiente que la decisión de permitir la caza en el parque "no es capricho de nadie". "Con los sistemas que teníamos hasta ahora - jaulas selectivas o los pequeños cercones- no es suficiente, apenas llegamos al 70% de lo que se había propuesto. Seguimos estando en una situación de necesidad de aumentar controles", cuenta.

Cambiar jaulas por batidas

Germán Puebla insiste en que en "Monfragüe ni se caza ni se va a cazar", habla de "control poblacional". "Es un tema puramente terminológico, una forma de hablar", apunta. "Vamos a realizar controles poblacionales para que el parque no se perjudique, es tan fácil como eso", explica. "Cuando se caza es por un tema comercial o de puro ocio. En Monfragüe no tiene ni sentido deportivo ni económico, tampoco de ocio", zanja el director de Sostenibilidad.

Tiene que haber una justificación científica con datos que expliquen si lo que se hacía hasta ahora ha funcionado o no. Siempre y cuando esto no sea una puerta abierta para recuperar la actividad cinegética"

coordinador de conservación de WWF

Aunque algunos ecologistas reconocen que en situaciones determinadas los parques se ven envueltos por problemas que conllevan la sobrepoblación de especies, consideran que es necesario justificar por qué se va a realizar un control de población y cómo se va a hacer.

Luis Suárez, coordinador de conservación de Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), cree que "tendrá que haber una justificación científica" con datos que expliquen si "lo que se hacía hasta ahora ha funcionado o no" y "siempre y cuando esto no sea una puerta abierta para recuperar la actividad cinegética". "Luego se tendría que valorar cuál es la solución que provoque el menor sufrimiento a los animales, porque al final los estamos sacrificando y hay que hacerlo de la manera menos violenta posible", apunta.

El presidente de la Federación Extremeña de Caza echa en cara a los ecologistas que no "les importe que haya animales que caigan en una jaula y se peguen un porrazo" o que "las crías se caigan junto a una hembra en una jaula y acaben aplastadas por la madre al intentar salir". "Eso no interesa. Ellos saben que hay que eliminar esos animales, pero dicen que no son tantos", se queja el presidente.

Por su parte, Luis Suárez reconoce que aunque los animales sufran cuando son capturados por las trampas, "matándolos también los estresan". "Esto no es una ciencia exacta, hay veces que aciertas a la primera y otras que dejas malherido al animal, y eso también causa sufrimiento". "No hay un sistema realmente perfecto, lo que hay que buscar es el sistema que cause el menos daño posible, que se ajuste a la ley y garantice que cumple con los objetivos", concluye el coordinador.