Casi no había terminado de decir sus últimas palabras y el presidente de la Generalitat catalana ya estaba prácticamente saliendo del antiguo salón de plenos donde esta mañana se celebra la reunión de la comisión general de Comunidades autónomas del Senado. Fue una salida casi destemplada, muy rápida, curiosamente después de acusar a los barones populares de no escuchar a Cataluña.

Era conocido que Pere Aragonès no se iba a quedar al debate y en el PP valoraban, en todo caso, su presencia hoy en Madrid, pero sorprendió el gesto de salir casi a la carrera, prácticamente sin una despedida protocolaria desde la tribuna. El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, dijo haber escuchado a su homólogo catalán con "atención y muchísimo respeto. Me hubiera gustado que nos hubiera escuchado con la misma atención y el mismo respeto", reprochó .

Sólo ha saludado al presidente del Senado porque se han cruzado fortuitamente en un pasillo de la Cámara Alta

Además evitó saludar al presidente del Senado, el popular Pedro Rollán, quien, aunque no acude a la comisión, sí saludó a los presidentes autonómicos a su llegada a la Cámara Alta. "El no es mucho de saludar", ironizaron en el entorno de Rollán, acaso haciendo referencia a los plantones que el presidente de la Generalitat ha dado al jefe del Estado cada vez que éste ha acudido a un acto a Cataluña.

Aragonès llegó una hora antes del debate, rodeado de los suyos, a sabiendas que todo el interés se centraba en su persona y sin más protocolos. Se reunió con senadores de su partido, de Junts y del PSC a los que trasladó que venía a "defender los grandes consensos del país" como si hubiera plena coincidencia entre todos los postulados de unos y de otros.

Pero, finalmente, no tuvo más remedio que saludar al representante de la cuarta institución del Estado, -por detrás del Rey, del jefe del Ejecutivo y de la presidenta del Congreso de los Diputados- pero no en la sala de banderas, sino en el pasillo que rodea al antiguo hemiciclo y porque se cruzaron de forma fortuita.

En definitiva, un visto y no visto, lleno de reproches a los populares y sin esperar a la respuesta que pudieran darle éstos, dejando de manifiesto su inveterada alergia a los foros multilaterales, no sea que le vayan a equiparar con madrileños, andaluces, murcianos o gallegos. Faltaría más.