Pere Aragonès "es uno más" en la cita que este jueves espera en el Senado a los presidentes autonómicos para hablar, en principio, de igualdad, fiscalidad, deuda histórica y financiación, pero, también para expresar su rechazo a la ley de amnistía. Esa es la respuesta que da un barón popular a la sorpresiva presencia del catalán, dispuesto a defender en la comisión general de Comunidades su controvertida propuesta de olvidar los delitos soberanistas de octubre de 2017, exigencia ya pactada con Moncloa a falta del redactado de la exposición de motivos.

Sin presencia del Gobierno central ni de ninguno de los tres presidentes autonómicos del PSOE (Emiliano García Page, Adrián Barbón y María Chivite), tampoco del lendakari, Íñigo Urkullu, el catalán ha robado el protagonismo de la cita al PP, cuyo grupo parlamentario forzó la convocatoria de este foro para advertir de cualquier tipo de asimetría que pase por beneficiar a Cataluña en detrimento del resto de los territorios, con el telón de fondo de la negociación de los socialistas con ERC y Junts para investir presidente a Pedro Sánchez.

La comisión debatirá "sobre la aplicación efectiva de los principios de igualdad y de solidaridad"

El vicesecretario del PP, Esteban González Pons, admitió parecerle "un acierto" la asistencia de Aragonès, cumpliendo, dijo "con su deber de estar presente defendiendo sus posiciones y aceptando el Senado como Cámara de representación territorial". Sin embargo, tras este reconocimiento vino la andanada. Dijo lamentar que vaya a hablar "pero no a escuchar" lo que demuestra, "una soberbia impropia de un dirigente político y, desde luego impropia para un demócrata" porque son los dictadores, agregó, "los que hablan pero no escuchan".

La comisión está convocada para debatir "sobre la aplicación efectiva de los principios de igualdad ante la ley de todos los españoles, y de solidaridad entre las comunidades autónomas", según la convocatoria oficial. La idea es dar cumplimiento a un guion ya determinado de antemano conforme la estrategia marcada por Génova, dispuesta a usar todo su poder institucional para denunciar la negociación de Sánchez con los independentistas. Sin embargo, el líder popular, Alberto Núñez Feijoó, no acudirá a la cita para evitar se interprete como un acto de partido.

Por espacio de diez minutos, todos los barones populares expondrán las reivindicaciones económicas de cada uno de sus territorios, pero será Aragonès el primero en intervenir por antigüedad del estatuto. Aunque se ha valorado la presencia el catalán -dispuesto a no desperdiciar ningún acto que le ponga en el foco- no permanecerá mucho tiempo en el Senado para escuchar la réplica de los populares, quienes, en función de las palabras del presidente de la Generalitat, le darán más o menos réplica.

Expectación en torno a la réplica de Ayuso

Y es que algunos de ellos aseguran que apenas harán alguna modificación en sus discursos, pero se ha generado una buena dosis de expectación en torno a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, una de las últimas en tomar la palabra.

Por parte del PSOE les dará réplica el andaluz Juan Espadas, portavoz en esta Comisión. Hasta ayer mismo los populares afearon a los presidentes autonómicos socialistas su ausencia este jueves en el Senado. El coordinador general popular, Elías Bendodo, apeló a la valentía del castellanomanchego Emiliano García Page para "decir en el Senado lo que dice en los pasillos" sobre la amnistía, aunque lo cierto es que no ha ocultado en ningún momento su rechazo a esta medida. El plantón de los socialistas refleja, a juicio de Bendodo "cero valentía y complicidad total con el mercadeo de Sánchez con el independentismo para tragar con la amnistía y el referéndum".

Desde el bando contrario, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, dice "respetar" la decisión de Aragonès de acudir a un debate montado por el PP y aprovecha para acusar a éstos de convertir a la Cámara Alta "en un plató para sus espectáculos de tremendismo, de mentiras y de exageraciones".

Y echando mano de ese mismo tremendismo que critica, agregó que hay una "buena noticia" en la presencia de los presidentes autonómicos del PP en la Cámara Alta, esto es, que mientras estén ahí "no van a recortar la sanidad, no van a cerrar oficinas anticorrupción ni van a atacar políticas de igualdad entre hombres y mujeres". "La mala noticia por contra es que mientras los presidentes del PP están en Madrid, pues quien va a gobernar las comunidades autónomas va a ser la ultraderecha", en alusión a los pactos territoriales del PP con Vox.