El PSC pierde cuota de poder en el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez tras ser clave en las elecciones del 23J. Los socialistas catalanes colocan al ex alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, al frente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, pero pierden las carteras de Cultura, hasta ahora en manos de su presidente, Miquel Iceta, y Transportes, gestionada en la última legislatura por Raquel Sánchez. Será la menor presencia del PSC en un gobierno socialista desde Felipe González, precisamente en la legislatura en que tiene que implementarse la amnistía al independentismo catalán.

En los últimos días se daba por seguro que los socialistas catalanes mantendrían su cuota de poder tras el resultado obtenido en las elecciones generales, en las que la candidatura liderada por Meritxell Batet obtuvo 19 escaños y el 34% de los sufragios, imponiéndose en las cuatro circunscripciones catalanas. Pese a ello, los socialistas catalanes han perdido una cartera en el Gobierno y la presidencia del Congreso de los Diputados, ostentada en la pasada legislatura por Batet, que tras las elecciones anunció el abandono de la primera línea política.

En las últimas semanas se había especulado con la entrada en el Gobierno de la portavoz socialista en el Senado Eva Granados, o la alcaldesa de Hospitalet de Llobregat, Núria Marin. Granados se había distinguido en su etapa como portavoz del PSC en el Parlament por su dura oposición al independentismo, en los años álgidos del procés. Marin es una de las eternas aspirantes a un ministerio, tras repetir en las últimas tres convocatorias de elecciones locales sus mayorías inapelables al frente del segundo municipio de Cataluña por habitantes.

Buena noticia para Junts y ERC

La pérdida de poder de los socialistas catalanes será leída con satisfacción en las sedes de Junts y Esquerra, que en el plazo de un año tendrán que disputar la presidencia de la Generalitat al líder del PSC, Salvador Illa, señalado como el gran favorito por todas las encuestas. El Barómetro del CEO otorgaba el pasado viernes una ventaja de hasta 16 escaños al PSC respecto a Esquerra en unas elecciones catalanas, 26 en el caso de Junts.

Los independentistas catalanes ya han dejado claro en las negociaciones de la investidura que uno de los precios a pagar por Pedro Sánchez será el peso del PSC en esas relaciones. Carles Puigdemont vetó públicamente a Illa como negociador, mientras Esquerra, sin explicitarlo públicamente, sostenía en privado el mismo desprecio por el papel de los socialistas catalanes en las negociaciones.

Los dos negociadores de la investidura, Félix Bolaños y María Jesús Montero ganan peso y visibilidad en el Ejecutivo de Pedro Sánchez mientras el PSC lo rebaja. Los socialistas catalanes apuntaban en los últimos días que sería igualmente importante conservar poder en el sotogoverno y las empresas públicas del Estado. Está por ver si el PSC conserva ahí alguna cuota de poder.

No nos preocupa estar exhibiendo peso, no importan las personas sino el proyecto que se desarrollará

Elia tortolero

La portavoz del PSC, Elia Tortolero, ha asegurado que los socialistas catalanes se dan por satisfechos con la elección de Hereu "para una cartera del tanta relevancia como Industria" que ya habían ostentado Joan Majó, José Montilla y Joan Clos en gobiernos socialistas anteriores. "El PSC no pierde peso", ha argumentado, "no nos preocupa estar exhibiendo peso, es el Gobierno de España y quien lo configura es el presidente, no importan las personas sino el proyecto que se desarrollará".

Tortolero ha negado además que la pérdida de la cartera de Transportes, que a partir de ahora gestionará Óscar Puente, vaya a suponer una dificultad añadida en el traspaso de las Rodalies de Renfe pactado con ERC. "Estamos convencidos de que el ministro Óscar Puente hará su trabajo, los socialistas siempre cumplimos acuerdos", ha concluido.