El Ministerio del Interior está a punto de sacar la convocatoria de las oposición para Funcionarios de Prisiones de 2023. A noviembre de este año, los estudiantes todavía no saben cuándo se realizarán las pruebas que tienen que superar para convertirse en trabajadores públicos. Pero además, se han introducido cambios sustanciales para esta nueva promoción.

En una nota informativa interna a la que ha tenido acceso El Independiente, se explica que el "proceso selectivo constará de una fase de oposición con dos pruebas de carácter eliminatorio y posterior período de prácticas". Según el escrito, la convocatoria que correspondería al presente año se hará "en los primeros meses" de 2024. Hasta aquí el proceso es similar al de años anteriores, pero la diferencia sustancial estriba en el momento en que se hacen los exámenes.

El primer ejercicio consta de dos partes: un tipo test de teórica y otra en la que se responden supuestos prácticos, también con opción de multirespuesta. Hasta ahora, las dos se hacían de manera separada, es decir, un día se respondían las primeras preguntas de multielección y a los meses se volvía a convocar a los opositores para hacer los supuestos. Ahora la Subdirección General de Recursos Humanos de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio, ha unido los dos exámenes en un mismo día, sin fecha todavía en el calendario.

Ese lapso de tiempo permitía a los aspirantes a prepararse cada parte por separado de manera más específica. Dedicaban gran parte de su formación primero a las preguntas tipo test para después enfocarse durante los siguientes meses a los supuestos. El reciente cambio desbarata la estrategia de estudios.

"Antiguamente se hacía todo el mismo día, pero desde 2010 se hacen por separado", afirma una fuente consultada. La convocatoria para 2024 se ha ido atrasando. "Normalmente en años anteriores, la convocatoria la sabemos en junio o julio y hacemos el primer examen en noviembre y el segundo en enero. Este año estamos a mediados de noviembre y todavía no ha salido ni la convocatoria siquiera, y ahora hacen este cambio", dice un opositor afectado por la medida.

Más cambios

La coincidencia de las dos pruebas no es el único cambio que ha introducido Interior a última hora antes de sacar la convocatoria. El examen tipo test pasará de 150 preguntas a 120. "También nos afecta porque sabíamos las preguntas que pueden caer de cada tema y en el estudio se le da más prioridad a unos que a otros. Ahora no sabemos de dónde van a recortar", expone el mismo perjudicado, ya que desconocen el ratio de cuestiones por cada tema.

Los opositores tendrán también menos tiempo, con un total de tres horas y cinco minutos sin pausas para hacer los dos exámenes. Según las fuentes consultadas, eso supone 1,5 segundos menos para responder cada pregunta y "no da tiempo a darle una segunda vuelta" para revisar posibles errores o para corregir preguntas.

"La primera parte consistirá en contestar por escrito un cuestionario de 120 preguntas con cuatro respuestas múltiples, que versará sobre el contenido completo del programa, siendo una sola la correcta, teniendo todas ellas el mismo valor, pudiendo preverse tres preguntas adicionales de reserva, que serán valoradas en el caso de que se anule alguna de las 120 preguntas anteriores. La duración de la primera parte del mismo será de una hora y cuarenta y cinco minutos", explica la nota interna de Instituciones Penitenciarias a la que ha tenido acceso este periódico.

Y aclara: "La segunda parte consistirá en resolver por escrito 8 supuestos de carácter práctico, cada supuesto contendrá 5 preguntas con cuatro respuestas múltiples, que versará sobre el contenido completo del programa, siendo una sola la correcta, teniendo todas ellas el mismo valor. La duración máxima de esta segunda parte será de una hora y veinte minutos".

Una vez pasados los exámenes -hay que aprobar ambas partes-, "el segundo ejercicio consistirá en pruebas de aptitud médica dirigidas a comprobar que no se aprecia en las personas aspirantes ninguna de las causas de exclusión médica". La idea es que los nuevos funcionarios se incorporen en el verano de 2024, cuando muchos de sus futuros compañeros estarán de vacaciones.