Un chascarrillo recorría los despachos del Ministerio del Interior desde las elecciones generales de julio: "El ministro ya es el segundo más longevo de la democracia, pero al primero no llegamos a cogerlo". Error, ya que los designios del presidente del Gobierno son inescrutables. La renovación de Fernando Grande-Marlaska al frente de la seguridad del Estado cogía a todo el mundo con el pie cambiado en la mañana de este lunes.

En menos de dos meses, el también juez se convertirá en el ministro del Interior que más tiempo ha estado al frente de este departamento. Superará a Corcuera, que estuvo 5 años, 7 meses y 9 días. Este lunes Marlaska lleva 5 años, 5 meses y 13 días. Un hito que ni alguno de sus colaboradores más cercanos podía llegar a imaginarse.

Marlaska se mantiene en el cargo con todos los actores con los que tiene que dialogar en contra. Los sindicatos de la Policía y las asociaciones de la Guardia Civil, lo consideran como el "peor ministro" que ha asumido la cartera durante la democracia. Tres sindicatos policiales -Jupol, SUP y UFP- y otras cuatro asociaciones de guardias civiles -Jucil, AUGC, ASESGC y APROGC- exigen a Marlaska que en esta nueva etapa cambie de rumbo y actitud y retome algunas iniciativas que se han quedado "estancadas". "Su crédito con los sindicatos está a cero", ha señalado CEP.

Marlaska estaba en todas las quinielas para salir del ministerio. Entre los mandos de Interior circulaban varios nombres: Antonio Hernando, Mercedes González, Margarita Robles... Pero Pedro Sánchez se ha decantado por una política continuista, manteniendo a un ministro que semana tras semana de la pasada legislatura atraía los golpes de la prensa y la oposición. Mientras golpeaban a Marlaska, el presidente salía indemne.

"Tenemos un extraordinario ministro del Interior en la persona de Fernando Grande-Marlaska", defendió Sánchez hace cuatro días en el debate de investidura, lo que dio pistas a algunos sobre su continuidad. Según fuentes de Interior a El Independiente, el ministro mantendrá a su equipo, desde el secretario de Estado de Seguridad hasta a los directores de la Policía y la Guardia Civil. "No va a haber novedades", señalan.

Las primeras críticas a su reelección han llegado desde el seno del nuevo Gobierno de coalición. El negociador de Sumar con ERC y exdiputado, Jaume Asens, ha considerado "una mala noticia" mantener al ministro al frente de Interior. "Un Gobierno progresista merce alguien con una trayectoria mucho más comprometida en la defensa y promoción de los derechos humanos", ha añadido.

El PP tampoco ha tardado en atacar la situación del ministro. Fuentes populares califican la continuidad de Marlaska de "provocación tras el escándalo de Pegasus, sus mentiras acerca del incidente que se saldó con varios muertos en la valla de Melilla, o la crisis migratoria".