Después de Manual de resistencia, publicado al inicio de la pasada legislatura, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, vuelve a las librerías el próximo 4 de diciembre con Tierra firme (Península), otro libro en el que repasa lo ocurrido en los últimos cuatro años de gobierno.

Este nuevo libro se presenta como una crónica en primera persona que abarca hasta la noche electoral del 23 de julio de 2023. "Es una apelación, sin intermediarios, a la ciudadanía. Aborda la acción de Gobierno, pero también 'lo que es posible lograr como nación en el futuro: pasar de la resistencia a esa tierra firme que España alcanzará cuando culminen todas las transformaciones ya en marcha'", cuenta el material promocional de la editorial.

De 384 páginas, Tierra firme coincide con el arranque de una nueva legislatura como presidente. Es el segundo libro que Sánchez publica con la misma editorial, después de sacar en 2019 Manual de resistencia, que fue el primero que un presidente del Gobierno español publicaba durante su mandato.

Cuatro años después, Península reseña que Sánchez ha formado el primer Gobierno de coalición de la historia más reciente de España, ha estado al frente del país durante la pandemia de coronavirus y las consecuencias de la guerra en Ucrania, así como que ha tenido que lidiar con otras crisis como la erupción del volcán de La Palma.

A pesar de que el libro aún no está disponible, desde la editorial Península han compartido un pequeño fragmento en el que Sánchez relata cómo vivió las horas previas a conocer los resultados de las últimas elecciones generales:

«Esa noche sabríamos si la ciudadanía daba por bueno el “todo vale”, incluyendo las mentiras palmarias, los bulos, las campañas de desinformación y la invención de conspiraciones; si es aceptable en el principal partido de la oposición un talante democrático tan pobre que juzga ilegí­timo a cualquier presidente del Gobierno que no sea suyo; si el catastrofismo alimentado por algunos medios de co­municación constituía un reflejo de la opinión ciudadana o solo de sus deseos de tener un Gobierno cercano a sus inte­reses, y si la inevitabilidad del Gobierno de la derecha que preconizaban las encuestas era real o imaginaria