Jornada de discursos políticos en la Cumbre del Clima de Dubái. Allí, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado este viernes que España aportará 20 millones de euros al nuevo fondo de pérdidas y daños aprobado con el objetivo de ayudar a los países vulnerables a hacer frente a las medidas que se necesitan ante el cambio climático.

Sánchez ha hecho este anuncio en su intervención en el evento de Balance Global de la COP28, en el que ha considerado que esta cumbre debe ser interpretada como una oportunidad para avanzar en una agenda climática "justa y equitativa" porque no se está cumpliendo con la hoja de ruta de los Acuerdos de París.

Por ello ha instado a aprovecharla y dar pasos en diversos ámbitos, entre ellos una nueva arquitectura que facilite el acceso a los fondos, elimine las trabas e identifique nuevas oportunidades.

A su juicio, hay que incluir los objetivos climáticos dentro de las políticas económicas y fiscales , desarrollar los mercados de carbono robustos, atajar el problema de la deuda, aumentar el espacio fiscal para los países más vulnerables y trabajar en una nueva fiscalidad internacional que se rija por el principio de que "quien contamina, paga".

Para apoyar a los socios, además de los fondos anunciados en la cumbre de acción climática en Nueva York ha anunciado una nueva contribución de 20 millones de euros para ese nuevo fondo de pérdidas y daños.

Una cantidad que se suma a los cinco millones destinados para la puesta en marcha de la denominada Red Santiago, un mecanismo aprobado en la COP25 celebrada en Madrid y que provee de asistencia técnica para evaluar esas pérdidas y daños y establecer las compensaciones adecuadas. 

Sánchez considera urgente parar la deforestación

Sánchez ha considerado urgente parar la deforestación y, en concreto, evitar la degeneración medioambiental en el Amazonas y mantener que el pico global de emisiones llegue al máximo en 2025 y caigan con fuerza en el resto de la década.

Para ello, ha destacado tres medidas que cree necesarias: triplicar la capacidad de generación de energías renovables para 2030, doblar los objetivos de eficiencia energética esta misma década y poner fin a la producción y consumo de combustibles fósiles.

Sánchez está convencido de que hay tecnologías para cumplir los objetivos y recordó que España ya ha expresado su compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 56% y el objetivo de energía renovable en generación eléctrica hasta un 81% con la meta de cerrar en 2025 la última central térmica de carbón.

Pese a que la situación no es fácil, el presidente del Gobierno ha estimado que los avances colectivos demuestran que hay una oportunidad de salvar el planeta, pero para ello ha de elevarse la ambición.

"Lograrlo -ha subrayado- está al alcance de la humanidad".