El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, aseguró el pasado 4 de enero que el problema en el aeropuerto de Barajas con los solicitantes de asilo era "puntual" y que estaba "controlado". Este fin de semana se ha conocido que 26 inmigrantes consiguieron fugarse de las salas donde esperan a que su situación se regule. Sólo se pudo atrapar a uno, y porque se hirió en la pierna y volvió a las dependencias policiales en busca de su móvil.

La situación en Barajas es difícil desde hace meses. Las salas destinadas a acoger a los solicitantes de asilo mientras se decide qué hacer con ellos están saturadas. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) exigió el 22 de diciembre al Ministerio que tomase las medidas necesarias con carácter urgente para poner solución a una situación denunciada por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

Marlaska explicó en la primera rueda de prensa del año que la situación se debía a una serie de vuelos de países concretos, que era un problema "puntual" y que estaba "solucionado". Entre las medidas para atajar la saturación del sistema, el ministro explicó que se habían puesto en funcionamiento una serie de instalaciones complementarias.

El problema entonces se centraba en las salas de inadmitidos de las terminales 1 y 4 "como consecuencia del exceso de solicitantes de asilo ingresados en tales salas", informaba el órgano judicial. Las estancias estaban "sobreocupadas, con alrededor de 250 personas en la actualidad. "Muchos de los ingresados en dichas salas están durmiendo en colchones instalados en el suelo, sin las más mínimas condiciones de salubridad, higiene e intimidad, que permitan proteger sus derechos básicos", constataron los jueces de control del aeropuerto.

El Independiente ha podido saber por fuentes policiales que los vuelos a los que hizo referencia Marlaska provenían de El Salvador. Las políticas del presidente del país, Nayib Bukele, ha llevado a muchos de sus compatriotas a solicitar asilo político en el extranjero, y España está entre sus preferencias por motivos culturales e históricos. El problema de este fin de semana tiene una naturaleza distinta. Según ha podido saber este periódico, la mayoría de personas que ahora copan las distintas salas de Barajas son magrebíes y senegaleses.

26 fugados, un herido

Distintas fuentes policiales han puesto en conocimiento los hechos producidos este fin de semana. En 48 horas se han conseguido fugar 26 inmigrantes, todos ellos magrebíes según las distintas informaciones en poder de El Independiente, sin que se sepan dónde pueden estar en este momento.

La primera fuga se produjo en la madrugada del viernes. Nueve marroquíes consiguieron salir de las dependencias donde estaban internados en la T4. Llegaron a acceder a las pistas del aeropuerto, sin provocar incidentes. La segunda se produjo ya en la madrugada del sábado de este pasado fin de semana.

Entonces fueron 16 las personas que consiguieron escapar, esta vez desde la denominada sala 3 de la T1. Estos inmigrantes, según las fuentes consultadas, rompieron una ventana por la que consiguieron salir. Al cabo de unas horas, uno de los huidos volvió a la comisaría de la Policía con la pierna escayolada. Explicó a los agentes que se había herido durante la huida al pasar por la ventana y que regresaba para coger su teléfono móvil. En ese momento se le volvió a ingresar en la sala de la que se había escapado.

Las condiciones de hacinamiento han empeorado en el comienzo del año a pesar de lo afirmado por Grande-Marlaska. En los últimos días han aparecido insectos como cucarachas y chinches. A primera hora de este domingo había 150 personas en la sala 4, 72 en la sala 3 y 42 en la 2, destinada a mujeres y niños. Esta última es la instalación complementaria a la que el 4 de enero hizo alusión el ministro del Interior. "Es una vergüenza. No hay ni ventilación ni luz ni camas. Duermen en colchonetas y no hay sillas ni mesas", explica un agente conocedor de la situación.

Quejas de los sindicatos

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha remitido un escrito al Defensor del Pueblo advirtiendo de la "situación crítica" y la Conferencia Española de Policía (CEP) se ha dirigido otra vez al Ministerio del Interior para reclamarle, como ya hiciera el 19 de diciembre, que tome medidas ante la "incapacidad" de los mandos del puesto fronterizo de la Policía en Barajas. Esta asociación ha pedido que la Jefatura Superior de Madrid se haga cargo de la situación ante "la deficiente planificación de los servicios por parte de los dos máximos responsables del puesto fronterizo de Policía Nacional". Ambas han pedido que se active un visado de tránsito aeroportuario (VTA) a nacionales de países como Kenia y Senegal.

El SUP, por su parte, ha remitido una carta al Defensor del Pueblo relatando lo ocurrido durante el fin de semana y las condiciones de hacinamiento e insalubridad en la que viven los solicitantes de asilo.

Su requerimiento se dirige también a la Cruz Roja para que se responsabilice de proporcionar la asistencia social que tiene encomendada a los asilados, esto es, dicen, "la limpieza de las zonas donde se encuentran, poniendo los medios de desinfección que sean precisos para evitar la proliferación de enfermedades y recogiendo la basura puntualmente cada día".

Las críticas del SUP se dirigen también hacia AENA, señalando que el gestor aeroportuario "sigue haciendo caso omiso" a los problemas en los que se ven afectados familias con niños que disponen de "un habitáculo sin ventilación ni ventanas, iluminado por luz artificial todo el día, sin duchas y con un único baño para todos los hacinados en colchonetas hinchables sin fumigar".