Aminetu Haidar, el rostro de los activistas saharauis, no podrá retornar a España. La oficina de Extranjería ha comunicado este martes a Haidar la denegación de la autorización de regreso solicitada tras la negativa en diciembre a renovarle el permiso de residencia que había mantenido durante 16 años. España ni siquiera permitirá su regreso mientras se dirime el recurso judicial presentado por la activista.

Así lo han confirmado a El Independiente su abogada, Fatma El Galia, y la propia Haidar, quien lo achaca a una persecución política del Gobierno español en connivencia con el régimen marroquí. La activista había pedido una autorización para retornar a los territorios ocupados del Sáhara Occidental para encontrarse con un pariente, una posibilidad recogida en la legislación española. "Tengo un tío en estado muy grave en la fase final", explica Haidar.

De haber sido concedida, la autorización le hubiera permitido viajar a El Aaiún y regresar después a territorio español mientras se dirime el recurso contencioso administrativo presentado por su letrada después de que en diciembre se le denegara la residencia de la que ha venido disfrutando durante los últimos 16 años. "La denegación de la residencia es una actuación gravísima. La resolución está llena de errores, entre ellos la fecha de la solicitud. Pero no se trata de una decisión administrativa sino de una medida política", explicó entonces Haidar en una entrevista con este diario.

Decisión política

"Esperábamos que se le diese una autorización de regreso porque tiene un tío a punto de fallecer y quiere verle por última vez. Hemos aportado el informe médico para informar de la urgencia y nos encontramos con la sorpresa de que no le dan la autorización de regreso porque alegan que haber presentado el recursos vida judicial no resulta suficiente para la concesión", señala a este diario su abogada.

Es una vulneración de sus derechos fundamentales, denuncia su abogada

A su juicio, "hay una vulneración absoluta de sus derechos fundamentales". "La practica administrativa es totalmente intencionada. Y no nos queda más remedio que pensar que se trata de una decisión política. Se le impide continuar con su tratamiento médico y su derecho a la libertad de movimiento", agrega El Galia. A pesar de lo que Haidar considera una orden política para impedir su estancia en España, la activista mantiene el plan de viajar este miércoles de regreso al Sáhara.

"Haidar no va a aceptar este nuevo chantaje aunque ello suponga que no pueda recibir tratamiento en España. Esta residencia se le concede por razones humanitarias y cuestiones médicas, porque no puede tener acceso a la sanidad en el Sáhara ni los médicos marroquíes la van a atender", recalca su letrada. "Entiende que se la está utilizando como moneda de cambio en las relaciones de España y Marruecos. No aceptó el chantaje de un ocupante y tampoco lo va a aceptar ahora de España".

Haidar protagonizó en 2009 32 días de huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote. La activista, con un estado de salud debilitado por semanas sin probar bocado, puso fin a la huelga después de lograr su propósito de regresar a su residencia de El Aaiún. El calvario se había iniciado después de que Haidar escribiera en la documentación oficial la nacionalidad "saharaui" a su llegada a los territorios ocupados.

Haidar ha denunciado desde entonces el intento del Gobierno de Rodríguez Zapatero de comprar su silencio. Según su relato, el hoy diputado de Sumar Agustín Santos Maraver -en calidad de emisario del ministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos- le ofreció "la nacionalidad española para ella y sus hijos, una vivienda en Marbella y trabajo con la condición de que pusiera fin a la huelga de hambre". Haidar rechazó una oferta que calificó de "soborno" y mantuvo una protesta que concitó una enorme atención mediática, con la visita incluida del premio Nobel de Literatura José Saramago.