El juez de la Audiencia Nacional, Francisco de Jorge, ha propuesto este jueves sentar en el banquillo al expresidente de la Real Federación española de fútbol (RFEF), Luis Rubiales, por el beso no consentido a la jugadora Jennifer Hermoso tras la final del Mundial de fútbol de Sídney (Australia) el pasado 20 de agosto. El magistrado también propone juzgar también a los directivos actuales Albert Luque y Rubén Rivera, así como al que fuera exseleccionador femeninio Jorge Vilda por las presiones posteriores a las que se le sometió a la jugadora para que defendiera al que era su jefe.

El titular del Juzgado de Instrucción número 1 de la Audiencia Nacional concluye que el beso "no fue consentido y fue una iniciativa unilateral y sorpresiva". Dice que Hermoso "desconcertada y sorprendida por el inesperado beso en los labios, no tuvo tiempo de reaccionar" y, aunque "trató de restarle importancia en un primer momento" para poder celebrar el triunfo histórico, terminó sintiendo malestar. Esta situación fue en aumento por las presiones posteriores a la entrega de medallas.

El togado no habla de delitos porque no es necesario en un procedimiento de este tipo con penas leves. Simplemente, señala que no quedan diligencias que practicar necesarias y que hay indicios sólidos para ir a juicio con lo que se ha investigado. "El auto fija de manera general unos hechos lo bastante amplios para dar un margen flexible a las acusaciones para precisar los detalles en sus escritos de acusación, pero a la vez lo suficientemente expresivo para excluir acusaciones sorpresivas", indica De Jorge.

La investigación ha sido rápida porque era sencilla. Menos de cinco meses después de que se interpusiera la querella de la Fiscalía en septiembre de 2023 el instructor ya tiene su veredicto. La finalidad erótica o no del beso y el estado de euforia o de agitación experimentado por la víctoria son elementos que deben valorarse ya en el juicio. "El beso en los labios afecta, a la esfera de la intimidad reservada a las relaciones sexuales, en particular en el contezto de dos personas adultas", indica el tocado.

Las presiones

Las presiones comenzaron en el vuelo de regreso a España, según el documento del juez. Rubiales "trató de conseguir" que la jugadora hiciera una manifestación pública, es decir, saliera en un vídeo con él, afirmando que el beso había sido consentido. Pero ella se negó y aquí comenzaron las tensiones.

Rubiales pidió a Vilda que hablase con el hermano de Hermoso para convencerla de que saliera en defensa de su jefe. El entonces seleccionador de las jugadoras "buscó en el avión [...] a Rafael Hermoso y en el curso de la conversación le advirtió de que si su hermana no accedía a participar en el vídeo, su negativa tendría consecuencias para ella y experimentaría perjuicios en su carrera profesional como futbolista".

Tal y como avanzó El Independiente, las presiones posteriores en el viaje a Ibiza las ejercieron presuntamente tanto el responsable de marketing de la RFEF, Rubén Rivera, como el directivo Albert Luque. El juez hace un relato minucioso sobre cómo suecedió todo. Primero, Rivera (responsable de la logística del viaje) pidió a Hermoso "de manera reiterada y persistente" que hablara por teléfono con el responsable de Integridad de la federación e insistió en la grabación para exculpar a Rubiales. Ella dijo que no quería hablar del tema.

"A pesar de la clara negativa de Jennifer Hermoso, con expresión de hartazgo, Rubén Rivera Teijido, le insistió de manera reiterada para que hablase con Albert Luque Martos, también con la intención de insistirle para que participara en el vídeo", dicen los hechos. La jugadora rechazó hablar con Luque y fue entonces cuando él se personó en el hotel. Quiso, incluso, hablar con la amiga de la jugadora, pero todo los intentos fueron en vano.

Finalmente, el directivo de la Federación envió un Whatsapp a la internacional "insistiendo en su petición de ayudar para justificar la conducta de Luis Rubiales expresando su enfado, acusándola de mala persona y deseándole que se encuentre muy sola en la vida y anunciándole que se alegrará de que eso suceda".