El 'caso Rubiales' encara la recta final una vez Jenni Hermoso ha ratificado que se sintió atosigada tras el mundial de Sídney (Autralia) en agosto y que el beso que le propinó el entonces director de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales "no fue consentido". La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional tendrá que decidir si se debe citar a la actual seleccionadora femenina Montse Tomé para ver si el hecho de que no convocara a la internacional después de este incidente fue una represalia por no haber defendido a Rubiales. Por otro lado, la Fiscalía se ha negado a que la investigación se divida en dos para que las coacciones del director de la Federación Albert Luque terminen enjuiciándose en Ibiza donde supuestamente sucedieron, según confirman fuentes jurídicas a El Independiente.

La petición de escuchar a Tomé partió de su antecesor Jorge Vilda porque alega que si la nueva entrenadora decidió que Hermoso no jugara con la selección los dos primeros partidos tras el mundial no fue ya su responsabilidad. El hermano de la denunciante, Rafael Hermoso, vinculó en su declaración el pasado mes de septiembre la no concentración de la jugadora tras el regreso a España con las supuestas presiones ejercidas por Vilda a su entorno. Pero él defiende que para entonces había sido destituido.

"Esta parte ha defendido la procedencia de que la Sra. Tomé aclare las razones de tal decisión y si fue impuesta por terceros o se debió a una decisión estrictamente profesional tomada por ella misma, por las circunstancias que estimara procedentes en aquel momento", reza el recurso al que ha tenido acceso este medio. Fuentes jurídicas señalan que declaración tras declaración, la Fiscalía ha dejado entrever que la consecuencia directa de que Hermoso no saliera a apoyar públicamente a Rubiales fue que no contaran con ella en los siguientes partidos del equipo y que, incluso, el propio juez preguntó a la internacional la semana pasada si vivió este hecho como una suerte de venganza.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 1 del órgano, Francisco de Jorge, decidió, sin embargo, el 21 de noviembre que no era necesario citar a Tomé "sin perjuicio de que pueda ser citada a declarar en el juicio oral, caso de abrirse el mismo". El abogado de Vilda ha recurrido en apelación esta decisión a la Sala de lo Penal porque cree que se está vulnerando el derecho de defensa.

Para el letrado no se ha motivado suficiente la negativa. "Llama poderosamente la atención" que no se cite a Tomé y se proponga directamente ir a juicio, dice, porque de esta forma "se aboca a la parte proponente a un momento procesal tan avanzado como es la apertura de juicio oral cuando, cómo no podría ser de otra manera, el derecho de defensa que ampara a todo investigado comienza desde el otorgamiento de tal condición y tiene por objeto, entre otros, proporcionar durante la fase de instrucción elementos suficientes" para no llegar a ese punto de enjuiciar.

La Fiscalía no quiere enviar el caso a Ibiza

Por otro lado Luque, otro de los cuatro investigados, había solicitado que su caso se desgajara del resto y se remitiera a un juzgado ordinario de Ibiza. El motivo es que las coacciones que supuestamente él ejerció sobre Hermoso fueron en esa isla cuando las jugadoras habían ido a descansar tras la competeción. Fue allí donde, según el relato de la denunciante, Luque trató de varias maneras de llegar hasta ella e interceder para que saliera a defender a Rubiales. Tanto él como el jefe de Marketing, Rubén Rivera, están acusados de coacciones, pero en su caso no sucedieron en Australia sino ya en España.

De ser así, la competencia no tendría por qué ser de la Audiencia Nacional, sino que el asunto podría trasladarse a un órgano ordinario. La teniente fiscal encargada del caso Marta Durántez no lo ve claro. Según confirman fuentes jurídicas, la Fiscalía ha señalado que toda la causa debe quedarse unida por una cuestión de conexidad. El Ministerio Público alega el artículo 65 de la Ley Orgánica del Poder Judicial que señala que "la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional extenderá su competencia al conocimiento de los delitos conexos con todos los reseñados".

A falta de resolver estos dos flecos, es decir, si los jueces creen que es necesario citar a Tomé y si el instructor considera que el asunto de Luque deba viajar a Ibiza, el resto de la causa está prácticamente terminada. Distintas fuentes de la investigación confiesan que todo está listo para el cierre de esta fase que tendrá que determinar si todo queda en un archivo o si hay indicios suficientes para ir a juicio.

Lo que es seguro es que la Fiscalía seguirá la senda que ha llevado hasta ahora liderando la acusación y pedirá que se celebre un juicio por delitos de agresión sexual, en el caso de Rubiales, y de coacciones en el caso de éste más Vilda, Luque y Ribera. Si el juez De Jorge decide que los indicios son abundantes, el juicio correrá, eso sí, a cargo del Juzgado central de lo Penal de la Audiencia Nacional y no de un tribunal porque la pena total de prisión que se puede solicitar es de hasta seis años.