Era un secreto a voces. Esteban González Pons aspiraba a ser el nuevo comisario europeo en la cuota que le toca a España tras las elecciones a la Eurocámara del próximo 9 de junio, pasando antes por algún Ministerio. Pero falló la pieza principal de ese engranaje, esto es, que Alberto Núñez Feijóo llegara al palacio de la Moncloa tras ganar las generales del 23-J. Será Pedro Sánchez, en calidad de presidente del Gobierno, y no el líder del PP quien elija al nuevo comisario europeo y todo apunta a la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, en sustitución de Josep Borrell.

Pero a pesar de ver frustradas estas expectativas, el 'plan b' del vicesecretario de Institucional del PP sigue pasando por Bruselas y Estrasburgo, según han indicado a El Independiente fuentes de Génova. Y la ventana de oportunidad que se le abre al valenciano es concurrir a las elecciones europeas del 9 de junio, esta vez como cabeza de lista, apuntan los mismos medios consultados. De hecho, él ya había dejado caer su disponibilidad a volver a cambiar de aires tras regresar a España para sumarse al equipo de Feijóo, pero este martes lo verbalizó en Barcelona.

Durante una charla coloquio organizada por el Círculo Ecuestre y el periódico La Vanguardia, se le preguntó respecto a si iría en la candidatura europea. "No niego que creo que la mejor versión mía como político la he dado en Bruselas. Pero si el partido cree que no debo volver, no volveré, aunque sí me guste". Más claro no pudo ser, incluso dejando abierta la puerta a ir en otro lugar de la lista. El objetivo, agregó respecto al 9-J, es ser "el primer partido en número de escaños españoles en Bruselas y la segunda delegación más grande dentro del PPE para poder optar a puestos europeos". Y es ahí, apostilla un compañero de filas que le conoce bien, donde "Esteban optará a todo" para consolarse tras ver cómo se diluía su deseo de ser comisario europeo.

Consolidación de Dolors Montserrat

No obstante, tanto en la dirección nacional del PP como en el Grupo Popular en el Parlamento Europeo, aseguran ver "muy consolidada" a la actual portavoz, Dolors Montserrat, sobre la que descansa ahora el desarrollo de la estrategia en las instituciones comunitarias contra la ley de Amnistía. Montserrat encabezó la lista europea hace cinco años con González Pons de dos, que fue el mismo lugar que ocupó en la candidatura de 2014, esa vez tras Miguel Arias Cañete. Además, suele ser habitual que el puesto número uno de la lista europea la ocupe un ex ministro o ex ministra. Lo han sido por el PP Jaime Mayor Oreja, Loyola de Palacio, -por cierto, la única mujer que ha ocupado por España una comisaría europea- Abel Matutes y Marcelino Oreja.

Por ello, si la alternativa a esas expectativas no alcanzadas pasa por encabezar la candidatura a las elecciones del 9-J, podría entrar en colisión con la catalana para una plancha que suele tener muchos aspirantes, sobre todo cuando no se toca poder nacional. Además cabe destacar la más que posible inclusión de algunos dirigentes y ex dirigentes de Ciudadanos. Se da por segura la entrada del secretario general de esta casi extinta formación, Adrián Vázquez, actual eurodiputado y presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo. Otro nombre ha sido el de uno de los economistas de referencia de Feijóo, Luis Garicano, pero no parece querer regresar a la política.

El nombre de Pons sonó para la secretaría general y la portavocía en el Congreso

Desde la frustrada sesión de investidura de Feijóo, a finales de septiembre del pasado año, González Pons ha salido en varias quinielas internas, bien para la secretaría general del partido, en sustitución de Cuca Gamarra, o para la portavocía del Grupo Popular del Congreso, designación que recayó en Miguel Tellado. Es un hombre de la máxima confianza de Feijóo y eso lo demuestra que sea el interlocutor con el Gobierno en temas tan complicados como la renovación del CGPJ, pero sus ambiciones se han visto frustradas y pocos lo imaginan "calentando el escaño del congreso cuatro años".

Pons, quien vuelve a tener el encargo de sentarse con el ministro de la Presidencia y de Justicia, Félix Bolaños, para intentar de nuevo renovar el órgano de gobierno de los jueces, provocó un pequeño incendio este martes en ese mismo coloquio en Barcelona por calificar al Tribunal Constitucional de "cáncer del Estado" y cuestionar la viabilidad de recurrir ante dicho tribunal la ley de Amnistía. Se vio obligado a rectificar, no sin levantar una enorme polvareda, y dejando claro que su partido agotará todas las vías judiciales para intentar poner freno al perdón de los delitos cometidos por los cabecillas del procés.